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domingo, febrero 17, 2008

EL COMBATE DE ABTAO 2

EL COMBATE DE ABTAO – LOS PARTES DE GUERRA 2

PARTE DEL COMBATE DE ABTAO

Comandancia del Vapor “Covadonga”
Chayahue, Febrero 8 de 1866

Señor:

Pongo en conocimiento de V. S. que ayer a las 8 h A. M., se avistaron dos fragatas por las islas de Tabón i habiéndose reconocido una hora después que eran enemigos procedí inmediatamente a montar el tercer colisa i a alistar el buque para el combate; pedí al Comandante del Apostadero 25 hombres para el manejo del colisa mencionado i yo por mi parte los ausilié con cartuchos para cañón i para fusil como así mismo con los últimos rifles que V. S., me mandó a bordo pues en tierra había alguna jente que carecía de armas.

Como a las 3 P. M. se presentaron las fragatas; habían pasado por el paso de la Lagartija i se dirijían adentro de la ensenada. Yo con el capitán Lynch habíamos de acuerdo tomado instrucciones del Comandante General Peruano, las que se concretaron a decirnos que nos sostuviésemos hasta el último momento.

A las 3 horas 30 minutos fue roto el cañoneo por la “Apurimac”, el que se hizo general hasta las 5 horas 30 minutos salvo pequeños intervalos.

Durante el combate, notando que la “América” se presentaba de enfilada a los fuegos del enemigo por haberle faltado una espía, fui a remolcarla, más habiendo faltado el cabo de remolque dejé este buque y me fui a cañonear la la “Blanca”, que la creía varada. Hice algunos disparos felices a este buque; pero habiéndome acercado a los bajos tuve que suspender los fuegos y exponerme a los de toda la batería de la “Blanca” por más de diez minutos; felizmente no tuve que lamentar ni la pérdida de un solo cabo, a pesar de haberme disparado como 50 cañonazos. Estos fueron los últimos tiros o disparos que se hicieron.

Después los enemigos se retiraron, a lo que parece, con considerables pérdidas. Calculo que en tiempo del combate deben haberse disparado por una i otra parte como 1000 cañonazos, lo que es sólo por la mía, alcanzan a 43 los de granada i 50 los de bala.

La única avería que he sufrido es un balazo en la línea de agua frente al caldero de proa no alcanzó a penetrar porque venía algo fría. En la corbeta “Unión” ha habido que lamentar la muerte de dos sirvientes de uno de los cañones i en los otros buques sólo han sufrido algunos balazos tan insignificantes como el mío.

El capitán Lynch, ha permanecido abordo todo el tiempo del combate i es de mi deber manifestar a V. S. que su serenidad i entusiasmo es digna de elogios; por lo que hace a la oficialidad i tripulación también debo recomendarlos a la consideración de V. S. porque se han portado como unos bravos veteranos.

Dios guarde a V. S.

Fdo. Manuel J. Thomson

[AL]

Señor Comandante en Jefe de la Escuadra Aliada

Nota: Está conforme con el original que existe en el archivo de mi cargo
Corbeta Esmeralda Punta Arenas Febrero 15 de 1866
R. Oportus
Secretario

miércoles, febrero 06, 2008

COMBATE DE ABTAO


EL COMBATE DE ABTAO – LOS PARTES DE GUERRA - 1

PARTE DEL JEFE DE LA DIVISION PERUANA

Comandancia General de la División Naval del Perú
Apostadero de Chayahue
Febrero 10 de 1866
Señor Secretario de Estado en el Despacho de Guerra y Marina
S.S.

Hallándose fondeado en este Apostadero el 7 del corriente la Escuadra Aliada que se hallaba a mis órdenes, compuesta de la Fragata Apurimac”, Corbetas “América” y “Unión por parte del Perú y Vapor Covadonga por la de Chile, tuve conocimiento a las 10 h (A.M.) que se encontraban en los canales vecinos dos buques a vapor, que según toda probabilidad pertenecían a la Escuadra Española.

Inmediatamente dicté las órdenes convenientes a fin de que se formase una línea de combate cerrada, sobre anclas y espías, de modo que dominase las tres vocas formados por la punta Norte de la Isla de “Abtao” con el continente, únicos lugares por donde se puede penetrar a este apostadero; también mandé alistar a la vez las máquinas de todos los buques, inclusive la de la fragata, no obstante de no poder funcionar con ella, según informes de los maquinistas, a causa de la avería de que ya debe V. S. estar impuesto. Nos mantuvimos a son de combate estableciendo vijías en los lugares más apropósito a fin de que dieran aviso si se aproximaba el enemigo. En efecto i a las 2 hrs 30 m (P.M.) se pudo ver claramente las dos columnas de humo por encima de la Isla de “Abtao” que indicaban la entrada de los buques por el canal del Este de dicha Isla que es el mas ancho.

A las 3hrs 30m desembocó por el indicado canal la fragata española Blanca, seguida de cerca por la Villa de Madrid y estando a distancia de mil quinientos metros aproximadamente de nuestra línea rompió la fragata de mi mando sus fuegos sobre ellas acompañándolas los demás buques; fuegos que fueron contestados de un modo vivísimo por el enemigo no pudiendo este forzar nuestra resistencia y obligado quizás por las averías que le causamos, fue a ocultarse en una ensenada situada al N de nuestra línea, desde donde continuó el fuego por elevación. En esta posición si se hubiese podido mover la “Apurimac”, habríamos salido en línea de batalla a cortarle la retirada y probablemente el éxito hubiera sido completo.

Poco tiempo después salieron de la ensenada las dos fragatas, retirándose lentamente del lugar de combate sin dejar de presentar sus costados, que durante el trayecto visible no cesaron sus fuegos sobre nuestra línea, los que vigorosamente contestadas los hicieron alejarse hasta ponerse a cubierto de nuestros tiros detrás de la punta N de la Isla de “Abtao”, que es la mas elevada. El enemigo continuó su retirada hasta perderse de vista, entonces cesó el combate, que había durado sin interrumpirse dos horas en las que se hicieron de uno y otro lado mil quinientos tiros mas o menos.

Las averías sufridas por nuestra parte son las siguientes: La “Apurimac” recibió tres balas en su casco sobre la línea de flotación, una bomba destrozó su primer bote que estaba amarrado a popa y otra que rompió un viento de la chimenea.

La “América” recibió cuatro balas en su casco, y dos más que pasaron por alto cortando el obenque principal del palo mayor y algunos cabos de maniobra.

La “Unión” tres; una que entró por una parte matando dos sirvientes del tercer cañón, averiando además la caja de aire de la chimenea y otras dos que cayeron en amabas aletas.

El “Covadonga” recibió igualmente daños de los cuales no tengo conocimiento oficial; pero si he podido ver un balazo en el centro de su costado a babor y también puedo asegurar que no ha tenido perdida en su dotación.

Nuestras averías hubieran sido mucho mayores a ser más diestros los artilleros españoles.

Demás sería hacer a V. S. particular mención de los Jefes, Oficiales, Tripulaciones y Guarniciones que estuvieron presentes en este hecho de armas. Ampliamente satisfecho estoi del honor, entusiasmo y orden que todos desplegaron, inclusive los Jefes y Oficiales que estaban destinados a la fragata “Amazonas” y los que sin pertenecer a las dotaciones, tomaron parte en tan fausto acontecimiento, como también unos cuarenta hombres de la Brigada Naval de Valparaíso y treinta de Infantería de Marina, que fueron embarcados a última hora para cubrir las plazas vacantes.

Como no se supiese después del combate el rumbo que siguieron las fuerzas enemigas y próxima ya la noche, careciendo de prácticos nuestros buques no era posible que las corbetas saliesen en persecución de ellas, por lo que ordené que embarcaciones de ronda fueran a estudiar la posición que tenían; pero estas no encontraron sino despojos de las fragatas “Villa de Madrid” y “Blanca”, tales como el figuron de una de ellas hechas pedazos, fragmentos de costados, atacadores, lanadas, gorras de marineros, etc.

A pesar de hallarnos convencidos de las serias averías que sufriera la flotilla Española y del poco temor que pudiera inspirarnos un nuevo asalto después de haberlos rechazado tan gloriosamente, mantuve las fuerzas de mi mando en permanente son de combate hasta el día 9 que entró la corbeta chilena “Esmeralda” cuyo comandante es el actual Jefe de las fuerzas combinadas y a quien impuse de lo sucedido.

Todo lo que me es grato participar a V. S. en cumplimiento de mi deber.
Dios Guarde a V. S.
S. S.

Firmado Manuel Villar

Es copia

Primer ayudante encargado de la Secretaria

fdo. Juan G. More

Está conforme con el original que obre en la Secretaría de mi cargo y a la cual me remito en caso necesario.
A bordo de la Corbeta Esmeralda Punta Arenas .
Febrero 14 de 1866
R. Oportus

domingo, enero 13, 2008

ERCILLA, LA ARAUCANA Y CALBUCO. 450 AÑOS



ERCILLA, LA ARAUCANA Y CALBUCO. 450 AÑOS

El 26 de febrero de 2008 se conmemoran 450 años que los paisajes calbucanos fueran entrevistos por el poeta Alonso de Ercilla al salir de la espesura de la selva donde, junto a la hueste del gobernador de Chile García Hurtado de Mendoza, anduvo días errante.

El poeta, en su insigne obra LA ARAUCANA, describe las peripecias del viaje y la visión que tuvo del archipiélago Calbucano, al que bautizaron ARCHIPIELAGO DE LA CANANEA.

El decreto municipal Nº 333 del 04.05.1989 que declara día oficial de la Fundación de Calbuco dice a la letra:
Que, la historia de Calbuco, se ubica desde fines del siglo XVI, cuando don García Hurtado de Mendoza, llega a esta zona para explorar la región y pernocta con sus tropas por algún tiempo a las orillas del seno de Reloncaví.
Si bien no compartimos los considerandos de este decreto, rescatamos que Calbuco recuerde este singular hecho como hito de su historia.

El viaje de Ercilla, la ruta y los lugares visitados han sido objeto de una revisión histórica permanente, donde se han planteado diversas hipótesis. Entregamos en esta oportunidad una de las primeros estudios sobre el tema, escrito por el Capitán Francisco Vidal Gormaz, publicado en 1870 en la Revista de Santiago.
Sobre la visita del poeta hemos escrito lo siguiente en Cuadernos de Caicaén:

EL VIAJE DE DON GARCIA HURTADO DE MENDOZA .

Al igual que sus predecesores, el gobernador de Chile García Hurtado de Mendoza organizó a fines de 1557 una expedición terrestre a la parte austral del territorio para llegar al Estrecho de Magallanes. La otra motivación que tenía el gobernador era “encontrar tierras para repartir e indígenas que encomendar, entre lo ya conocido y El Estrecho descubierto por Magallanes”; pues tenía la noticia que en estos lugares “había muchas provincias ricas de oro” y de esta manera “satisfacer con su riqueza” a los numerosos acompañantes que traía del Perú.

La expedición de García Hurtado de Mendoza salió desde la ciudad de Valdivia con 200 hombres y algunos indios auxiliares. En ella iban Julián Gutiérrez Altamirano y el poeta Alonso de Ercilla. Este último en su famoso poema La Araucana narra como vívido testigo la epopeya del fragoso viaje en el cual -después de días terribles perdidos entre breñas y lodazales- emergiendo desde el fondo de la húmeda selva, una mañana radiante descubrieron desde la altura:

De Ancud el espacioso y fértil raso,
Y al pie del monte y áspera ladera
Un extendido lago y gran ribera
Era un ancho archipiélago poblado
De innumerables islas deleitosas,
Cruzando por uno y otro lado
Góndolas y piraguas presurosas.

Bautizaron al archipiélago que divisaban como La Cananea, el cual no sería otro que el grupo de islas de Calbuco y el lugar donde dominaban tan magnífico panorama sería aproximadamente Pelluco Alto.

Allí recuperaron fuerzas y saciaron su hambre con murtas y frutillas silvestres. Pronto llegó una embarcación con quince aborígenes cuyo jefe les ofreció grandes muestras de hospitalidad y también alimentos.

Don García instaló su campamento en las márgenes del Seno de Reloncaví. La noticia de la llegada de los expedicionarios se esparció por la comarca cercana, llegando algunos caciques con su gente al vivac trayendo refrescos y alimentos. Llenos de curiosidad los nativos contemplaban a estos hombres blancos, rubios y barbados, de distinta lengua y vestidos. Los caballos, escaupiles, morriones, las espadas de los conquistadores y el estruendo de sus mosquetes, maravillaron a los indios del lugar.

Continuó Don García su marcha llevando “rumbo al sur derecho”, encontrando que el archipiélago se iba ensanchando con islas, en “gran número pobladas

Durante tres días la hueste de Don García caminó hacia el sur costeando por la banda oriental del Seno de Reloncaví. Al tercer día después de tres horas de marcha, “un hondo y veloz desaguadero” de un supuesto lago les impidió el paso. De acuerdo a la interpretación de la documentación contemporánea éste no sería otro que el estuario del Reloncaví, llamado antiguamente Purahilla .

Aquel “ancho caudal de la creciente” del desaguadero impuso límite al avance hacia el Estrecho a don García. El mismo informa del hecho al Consejo de Indias diciendo en una carta “y no pudiendo pasar adelante para entrar en el lago la tierra adentro hasta la cordillera grande que dicen de las nieves y desaguar en la mar, con anchor de diez a doce leguas”.

También los testigos del viaje coinciden en señalar que la expedición llegó hasta un lugar donde se encontraba el mar con la cordillera nevada y que no se pudo seguir la jornada más allá; por lo cual se volvió por otro camino. El punto geográfico del final del viaje sería la bahía de Lenca.

Más preciso es el abogado don Julio Olavarría Avila quien estima que la expedición habría llegado hasta la caleta La Arena.

Desde el campamento establecido en bahía Lenca el Gobernador dispuso que el licenciado Julián Gutiérrez Altamirano con cincuenta hombres -entre los que se contaba don Alonso de Ercilla- embarcados en dalcas hicieran un reconocimiento del archipiélago.

Los exploradores pasaron a la isla principal que parece ser Guar o Puluqui. De allí el poeta dió cuenta de los indios, de sus casas “de paredes y techumbres humildes” y de sus huertos:

“Entré entre dos islas, paseando
sus pobladas y fértiles orillas,
otras fui torno a torno rodeando
cercado de domésticas barquillas
de quien me iba por puntos informando
de algunas nunca vistas maravillas...” .

Como en parte alguna de su poema, Ercilla menciona a Altamirano, varios autores creen que la expedición exploratoria de las islas pudo dividirse en dos partidas: el grupo de Ercilla que reconocería Tenglo, Guar y Maillen y el otro comandado por Altamirano, que rumbeando el sur pasaría el Estrecho de Tautil llegando hasta las islas de Calbuco y Quigua.

Don Crescente Errázuriz cree que llevados por la marea vaciante debieron pasar forzosamente por la isla de Calbuco desembarcando en ella y pernoctando allí o en la vecina isla de Quigua.

Las instrucciones de la expedición indicaban que debían regresar al campamento al cuarto día. Cumplido este plazo Ercilla ve que la mayor de las islas -que podría ser Puluqui- está a su alcance e interpretando el deseo de todos quiso poner pie en ella, y “reforzando una barca de remeros” atravesaron el canal

“Llegando a zabordar hechos pedazos
a puro remo y a fuerza de los brazos”


Era el 28 de febrero de 1558. Quiso Ercilla llegar mas lejos que sus compañeros e internándose en la isla, en el tronco de un gran árbol escribió su inmortal estrofa que empieza: "Aquí llegó donde otro no ha llegado...”.

¿Adónde llegó Alonso de Ercilla?. Es un tema en el cual no hay concordancia entre los historiadores. Al respecto el cronista Jerónimo de Vivar que vivió en Chile en ese tiempo nos da noticias sobre el hecho. “envió el gobernador a Julián Gutiérrez de Altamirano en ciertas canoas con gente que pasó a una isla que se parecía grande encima de todas las demás, la cual isla se dice Anquecuy, la cual isla hallaron muy poblada y mucho ganado y maíz y papas y gran noticia de oro y plata. Visto esto se volvió el caudillo” .

JOSE D. MANSILLA ALMONACID


_______________________________________________________

ERCILLA I EL DESCUBRIMIENTO DE CHILOE[1]

Francisco Vidal Gormaz

Ercilla, describiendo los hechos en que
el mismo intervino, los hechos de sus
compañeros de armas, hechos conocidos de
tantos, contrajo la obligación de sujetarse
algo servilmente a la verdad histórica.

LA ARAUCANA, juicio crítico por don Andrés Bello.

Ocupado en explorar parte de la región austral de Chile desde algunos años há, he necesitado compulsar algunos documentos históricos relativos a los puntos que estudiaba, no tanto por ilustrarme en la crónica de aquellos tiempos i lugares sino para confrontar los conocimientos geográficos alcanzados en diversas épocas.

Ercilla, como lo dice mui bien el respetable autor de las líneas con que encabezamos estos apuntes, es uno de los más prolijos i notables, i podemos asegurar que el señor Bello decía una profunda verdad al escribir en su juicio crítico sobre La Araucana la sentencia a que nos referimos.

Leer a Ercilla sobre el terreno que describió a mediados del siglo XVI hace admirar a un gran soldado i al poeta historiador no menos que al geógrafo, que con tanta exactitud permite reconocer las huellas de los conquistadores después de largas centurias.

Hacer conocer uno de sus rasgos geográficos más notables, ordinariamente mal interpretado, es el móvil de las siguientes líneas.

La cansada columna del presidente de Chile, don García Hurtado de Mendoza, de la que formaba parte Alonso de Ercilla i Zúñiga, después de su larga peregrinación a través de los bosques de Valdivia, descubrió:

“de Ancud el espacioso i fértil raso
i al pie del monte i áspera madera
un estendido lago i gran ribera.
Era un ancho archipiélago, poblado
cruzando por el uno i otro lado
góndolas i piraguas presurosas”
[2]

Aceptando estos versos de Ercilla, no nos es posible dejar de hacer algunas observaciones a las opiniones contradictorias que circulan en varios escritos históricos. I aceptamos el testo del poeta porque en los numerosos casos que hemos podido comparar sus descripciones sobre el terreno mismo a que se refiere, es tan rigurosamente exacto que admira; por lo que jamás, así lo creemos, pudo haber tergiversado la historia sometiendo su pujante numen al rigor de un consonante.

A pesar de los versos citados, hai quien cree que Carelmapu es el punto donde divisaron los exploradores al archipiélago de Chiloé, i de la misma manera se supone también que el río Maullin, llamado antiguamente Purailla es “el hondo i veloz desaguadero” que atravesó Ercilla el postrer día de febrero de 1558[3], i donde se detuvo la columna de don García al avistar el archipiélago. Por nuestra parte estamos mui lejos de aceptar tales suposiciones, desde que sobre el terreno descrito admirablemente por el poeta, hemos escuchado sus armoniosas octavas.

Ercilla, al anunciar el descubrimiento, nos habla de “un estenso lago situado al pie de un monte de áspera ladera”, i luego agrega: “que era un ancho archipiélago poblado de numerosas islas”

Desde las riberas del Maullin, cualquiera que sea el punto que se elija, no se sospecha la existencia de lago alguno ni mucho menos se divisa un monte de áspera ladera. Desde Carelmapu tampoco puede verse lago alguno o montaña que concuerde con la descripción de don Alonso, por lo que creemos desechables las anteriores suposiciones i mal interpretada la descripción de Ercilla.

La columna de don García Hurtado de Mendoza debió avistar el archipiélago desde el antiguo Melipulli –hoy puerto Montt- desde las alturas que miran hacia la isla de Maillen en el seno de Reloncaví; i solo así se puede poner de acuerdo el testo de Ercilla con la región citada, admirando a la vez el rigor de sus descripciones. Desde cualquiera de esos dos puntos se denomina el espacioso seno de Reloncaví i algunas islas del archipiélago, como así mismo “la gran ribera al pie del monte” de Calbuco o volcán Yate que se dibujan sobre las cristalinas aguas del Reloncaví.

Avistado el archipiélago, que no puede ser otro que el grupo de islas de Calbuco, descendieron los descubridores sobre la costa, cosa que no hubieran tenido que hacer por Maullin o Carelmapu, donde no se presenta región elevada que obligase al poeta a espresarse en estos términos
…”a la bajada
de la ribera, en parte montuosa,
hallamos la frutilla coronada
que produce la murta virtuosa”
[4]

El mismo día, reparadas las fuerzas de la cansada columna con los generosos recursos suministrados graciosamente por los isleños , i

“Esforzada así desta manera
i también esforzada la esperanza,
se comenzó a marchar por la ribera,
según nuestra costumbre, en ordenanza;
i andando una gran legua, en la primera
tierra que pareció cómoda estanza
Cerca del agua, en reparado asiento
Hicimos el primer alojamiento
[5].

Al día siguiente continuaron su marcha, llevando:

…” el rumbo al sur derecho
la torcida ribera costeando
siguiendo la derrota del Estrecho,
por los grados la tierra demarcando:
pero cuanto ganábamos de trecho,
iba el gran archipiélago ensanchando,
descubriendo a distancias desviadas
islas en grande número pobladas.”
[6]

El marchar “al sur derecho” siguiendo la torcida costa i la circunstancia de que el archipiélago se ensanchaba al paso que hacían camino, como así mismo el hecho de avistar mayor número de islas, es del todo concluyente. Si el descubrimiento del archipiélago de Ancud hubiese tenido lugar por Maullín o Carelmapu, de seguro que el poeta no hubiese descrito con tanta semejanza la costa occidental del seno de Reloncaví i el grupo de islas de Calbuco.

El segundo día de marcha dice Ercilla que visitó la isla principal (Puluqui?), reconoció dos mas i rodeó algunas otras[7].

Luego agrega:
Pues otro día que el campo caminaba
que de nuestro viaje fue el tercero,
habiendo ya por tres horas que marchaba,
hallamos por remate i fin postrero
que el gran lago en el mar se desaguaba
por un hondo i veloz desaguadero
que la corriente i ancha travesía
el paso por allí nos impedía
[8].

Esta octava hace mas evidente que el camino seguido por las tropas de don García era la costa antes indicada i de ninguna manera la del Océano. Por otra parte, demuestra también que el término del viaje fue el canal de Chacao i no el río Maullin o Purohilla; que a haber sido éste, en medio día habrían dado con el desaguadero; mas el poeta solo habría tenido a la vista las rocas llamadas hoy día farellones de Carelmapu i la isleta de doña Sebastiana, todas casi inabordables i sin habitantes. Lo que no concuerda con las islas descritas por Ercilla, que eran bien pobladas i abundantes de recursos i de embarcaciones.

Don Alonso de Góngora i Marmolejo, en el capitulo 29 de su historia de Chile, hace sospechar que la senda seguida por Hurtado de Mendoza llevaba los Andes a corta distancia i no de otra manera podían haber visto el gran lago que llamaron de Valdivia, el Llanquihue. Siendo así, la versión de Marmolejo, historiador coetáneo al descubrimiento de Chiloé, está también de acuerdo con Ercilla en cuanto al punto desde donde avistaron el archipiélago.

El obstáculo ofrecido por el estrecho de Chacao, parece que decidió a don García a dar por terminada la marcha i dispuso su vuelta al norte, huyendo del invierno i para darse tiempo de poblar a Osorno, lugar con el que había simpatizado en su marcha al sur; pero antes de verificarlo comisionó, al licenciado Altamirano para que con algunas piraguas fuese a reconocer mas adelante. A esta partida parece que iba agregado el poeta Ercilla, pues de lo contrario habría hecho mencion de ella en su notable poema, en vez de pintar la columna de don Garcia en retirada después del tercer día de reconocimiento.

Altamirano, con su jente, solo reconoció el grupo de islas de Calbuco i las riberas del desaguadero de Ancud hasta Carelmapu, su arte occidental, i prueba de haber estado en este último punto se encuentra en la narración de la malograda expedición al Magallanes de Juan Ladrilleros, en que se asegura haberles oído a los indios que nombraban con frecuencia a Altamirano, en noviembre de 1558, circunstancia que probó a esos desgraciados marinos que alguna columna española había llegado hasta Carelmapu, llamado en aquel tiempo Chanqui, nombre que conservan hasta el presente las alturas de la península de Chocoi.

Trazada ya la senda seguida por los descubridores, veamos cual puede ser el punto de la isla grande de Chiloé en que abordó Ercilla cuando cruzó el Chacao, para grabar en el tronco de un árbol la fecha del descubrimiento. Sigamos al poeta un poco mas:

Mas yo, que mis designios verdaderos
eran de ver el fin de esta jornada,
con hasta diez amigos compañeros,
jente gallarda brava i arriscada
reforzando una barca de remeros,
pasé el gran brazo y agua arrebatada,
llegando a zabordar, hechos pedazos,
a puro remo i fuerza de los brazos,
entramos en la tierra algo arenosa,
ein lengua i sin noticia, a la ventura;
áspera al caminar i pedregosa,
a trechos ocupada de espesura;
mas visto que la empresa era dudosa
i que pasar de allí sería locura,
dímonos vuelta luego a la piragua
volviendo a atravesar la furiosa agua
[9]

Por la primera octava puede verse claramente que el gran brazo i agua arrebatada no puede ser el río Maullin, cuyas pandas aguas se mueven suavemente a impulsos del flujo i reflujo del océano. Por otra parte resaltaría desde luego el desorden en la descripción de Ercilla; pues para que así fuese era necesario que hubiese atravesado “el hondo i veloz desaguadero” antes del descubrimiento del archipiélago de Ancud, mientras que, según se ha visto, después de tres días de marcha, siguiendo al sur derecho la torcida costa, llevando a la vista numerosas islas pobladas, i solo entonces, fueron detenidos por el desaguadero o canal de Chacao.

Por la segunda octava se viene en conocimiento que la punta Pugueñun o sus inmediaciones, únicos puntos que concuerdan por su naturaleza con la descripción del poeta, ha sido el ocal donde abordaron los valientes castellanos al cruzar las raudas aguas del Chacao; i solo estas podían conmover la imaginación de Ercilla hasta el punto de calificarlos de “arrebatadas y furiosas”.

La naturaleza arenosa de Pugueñun –en partes aluvial, con sus riberas respaldadas por dunas, matorrales i bosques a trechos- concuerda perfectamente con la descripción de Ercilla. Cualquier otro punto de la costa de la isla grande de Chiloé es inaceptable.

Conocida la senda seguida por don García Hurtado de Mendoza, la región por donde avistaron el archipiélago de Ancud i el punto que abordó Ercilla en la isla Grande, concluiremos por la fecha del descubrimiento.

La más aceptada es la que dá Ercilla i que asegura haber grabado en el tronco de un corpulento árbol, sobre la costa norte de la isla grande del archipiélago, como un recuerdo de su atrevida empresa, por medio de la octava siguiente:

Aquí llego donde otro no ha llegado,
don Alonso de Ercilla, que el primero
en un pequeño barco deslastrado,
con solo diez pasó el desaguadero;
el año de cincuenta i ocho entrado
sobre mil i quinientos, por febrero,
a las dos de la atrde el postrer día,
volviendo la dejada compañía.
[10]

Esta interesante ficción del poeta, porque no es posible pueda grabarse una octava real sobre la corteza de un árbol, mas ha conservado la fecha del descubrimiento.

Chiloé, pues, fue avistado desde el seno de Reloncaví el 26 de febrero, teniendo lugar la atrevida empresa de cruzar el Chacao dos días después, o sea el ultimo día de febrero de 1558.

F. Vidal Gormaz
______________
NOTAS

[1] REVISTA DE SANTIAGO Nº 1 Santiago 1870
[2] Araucana, canto 35, octava 40 i 41
[3] DICCIONARIO JEOGRAFICO DE CHILE, por Asta-Buruaga, voces CHACAO I MAULLIN
[4] Araucana, canto 35, octava 44
[5] Id, id, 36, id. 11
[6] Araucana, canto 35, octava 17
[7] Araucana, canto 35, octava 19 i 21
[8] Araucana, canto 35, octava 22
[9] Araucana, canto 36, octavas 26 i 27
[10] Araucana, canto 36, octava 29

sábado, diciembre 08, 2007

PAZ ERRAZURIZ Y LOS CIEN CALBUCANOS MÁS IMPORTANTES



LOS CHILENOS I, CALBUCO


Foto: PAZ ERRAZURIZ (Copyright)
I

Gracias a la gentileza y oportuna invitación de Adelina Vargas, tuvimos la oportunidad de estar presente en la jornada inaugural de la muestra fotográfica “LOS CHILENOS I, CALBUCO” de la artista PAZ ERRAZURIZ. Adelina fue además impecable anfitriona calbucana de la presentación.

La foto video instalación, realizada en el corazón de Providencia, en la Galería de Arte AFA del Barrio Suecia fue un convocadísimo acto donde concurrieron personalidades del arte y las ciencias. Allí entrevimos entre otros al escritor Pedro Lemebel, el actor Julio Jung, la escritora Santa Cruz, al gran amigo de Calbuco el científico Dn. Carlos Ocampo, a quien le confidenciamos haber encontrado una huella de sus antepasados en el siglo XVIII en el antiguo fuerte de San Miguel.

La muestra, una exhibición de un centenar de retratos fotográficos de habitantes de Calbuco enmarcados en la témpora del Cuarto Centenario de la ciudad que son proyectados sobre los muros de AFA. Hay además tres pantallas adicionales donde Edith Huirimilla, Emin Barría y Jorge Vivar nos van narrando el entorno de las fotografías de sus coterráneos.

Algunos de los retratados, ya partieron de este mundo, pero estas personas en su encuentro con la fotógrafa: ese acontecimiento de hacer imágenes en que ha quedado un diminuto fragmento de la existencia, esa huella espectral en la fotografía que aún existe, confiere una especie de inmortalidad a estos calbucanos.

II

Con una glosa de los versos de La Exiliada del Sur de la señora Violeta Parra, la antropóloga Sonia Montecino nos introduce en su visión de la muestra. Leemos en el catálogo de la exposición:

“Paz Errázuriz ha viajado hasta el agua azul y ha registrado con mirada de etnógrafo estos chilenos, hombres y mujeres, que moran en ese espacio liminar entre el agua y la tierra, los isleños de Caicaén, aquellos unidos por un leve pedraplen a la “tierra firme”.

Luego la autora de Madres y Huachos. Alegorías del Mestizaje Chileno nos relata que el traslado a Calbuco de la fotógrafa “no ha sido en vano porque “ha enderezado la marcha” para donarnos un paisaje insular que sobre todo es humano pues toma los matices de género y generación”; pero que, mas que nada, coloca en su centro el mestizaje en tanto símbolo y en tanto imagen somática que nos interpela en el cruce de historias y culturas que somos y que ella, la etnógrafa en movimiento, hace lenguaje en un tejido de cuerpos y oficio; para agregar que “Esta singular etnógrafa-fotógrafa lo que hace es recolectar, recoger a los sujetos, a los serse humanos que habitan y construyen, con su modo único de morar el mundo, a Calbuco”

La antropóloga Montecino describe así el paisaje insular y su presencia en la artista: “Calbuco, el emplazamiento colonial, mestizado, entreverado, el antiguo fuerte, el deposito de etnias variadas, el contenedor de cientos de islotes, se clava como transverberando la Etapa I del viaje de Paz...” y es que la luminosidad, los vientos del archipiélago y los personajes que la mirada de la fotógrafa supo conocer y reconocer; esa mirada y esa forma de mirar, el acopio de los fragmentos de la mirada, como expresara Susan Sontag, se nos presenta como una verdad irrefutable de lo que somos. Así como aparece la gente es el mejor indicio de nuestra identidad.

Agrega Sonia Montecino: “...Es ese reino de la transformación de lo natural en cultural que por cierto toca a los sentidos y al trabajo lo que nos seduce y obliga a no despegar la vista de las fotos”.

Más allá de la mirada, identificada con el arte, también tenemos que percibir en esta notación de Calbuco, lo social, incluso lo que queda afuera de la mirada, o tal vez lo que se quiso insinuar. Pensamos: Esos miembros del Sindicato de Pescadores de pie delante de su minúscula sede en La Vega ¿Cómo se enfrentan a los salmónidos depredadores del canibalpitalismo salvaje que exportan dos mil millones de dólares anualmente?, ¿Cómo enfrentó el zarpazo de la muerte que le arrebató a su esposo a esa viuda enihesta con dignidad episcopal sobre su azadón?, ¿Qué sueña Claudio Vargas mientras soporta y conduce un saco de mariscos encima de otro y otro, sobre su cabeza?.

Seguimos la lectura del Catalogo de “LOS CHILENOS I, CALBUCO”, en la emotiva y certera apreciación de Sonia Montecino: “El paisaje de agua azul que nos propone esta etnografía visual podría muy bien ser el abanico de lo que nos constituye: una multiplicidad de identidades históricas, somáticas y de haceres. Paz Errázuriz, la viajera de la Etapa I elige un plural chilenos que nada tienen que ver con citas al “esplendor” económico y al blanqueamiento cultural. Por eso estamos frente a una etnografía crítica que entre las sinuosidades, los escondrijos y calles de Calbuco muestra la “hilacha“ chilena en el sentido literal y figurado del termino”.

El fotógrafo es el ojo de la memoria, de la Historia. Estos fragmentos del paisaje humano de Calbuco son un inventario de la realidad de este tiempo, un phatos general de la añoranza para ser consultado en el futuro por los humanistas.

III

Por instrucciones del Señor Alcalde de Calbuco –uno de los retratados- este verano de 2008 la exposición podrá ser vista en La Casa de la Cultura calbucana. Será tiempo de agradecer y hacerle un homenaje a la gran artista PAZ ERRAZURIZ por su tributo a la construcción de nuestra identidad.

IV

PAZ ERRÁZURIZ

La artista se expresa en la fotografía en blanco y negro abordando el género del retrato. Las imágenes que captura –y en las que explora formas de vida- son fotografías casi sin intervención. Se dice que establece relaciones directas y profundas con sus retratados.
Las personas que retrata son mostradas en su entorno: suburbios, manicomios, circos, prostíbulos. Es a través de estas fotografías que sabemos de esa realidad que de otra manera no conoceríamos.

Paz Errázuriz es autodidacta en el oficio de fotografiar. Ella se licenció en Cambridge Institute of Education, Inglaterra 1966. Licenciada en Educación Básica, Univ. Católica de Chile,

En su trayectoria se ha hecho acreedora de las becas: J. S. Guggenheim Memorial Foundation 1986, Fundación Andes. Santiago, Chile.1990, Comisión Fulbright. 1992, Fondart. Santiago, Chile. 1994 Ha sido distinguida con: Distinción Ansel Adams. lnstituto Chileno Norteamericano de Cultura. Santiago, Chile. 1995. Premio Festival Internacional de Fotografía Latinoamericana Paris Francia 2004. Premio Altazor Santiago Chile 2005

En un sesgado recuento sus obras y exposiciones tenemos: El Infarto del Alma, en colaboración con Diamela Eltit, que rescata el universo del amor: la ternura de contactos y miradas en los pacientes del Hospital Psiquiátrico de Putaendo. La Manzana de Adán, en colaboración con Claudia Donoso, sobre el comercio sexual. Los Nómades del Mar, donde recoge las huellas de los últimos sobrevivientes de la etnia kaweskar. Tango, El circo, Los Boxeadores, Viejos, Niños, etc. Ha participado en por lo menos una cincuentena de exposiciones colectivas. Y no ha estado ajena a su temática los acontecimientos sociales ocurridos en Chile en los últimos 25 años.

JOSE D. MANSILLA ALMONACID
Historiador Calbucano


LOS CHILENOS I, CALBUCO – PAZ ERRAZURIZ
LOS CIEN CALBUCANOS MAS IMPORTANTES

M. Inés Andrade Martinez Profesora y artesana
Luis Segundo Aguilar Sepulturero
José Dolorindo Alvarado Recolector de algas
José Arcadio Arenas Lemus Fiscal de la parroquia
Agustina Andrade Estudiante de Antropología
Ema Antecao Ruiz Agricultora
Felicinda Almonacid Vargas Dueña de casa
Sergio Hugo Andrade Olavarria Comerciante y escribe cartas
Alamiro Arosigor Hace encargos
Tulio Andrade Martínez Comerciante
Dagoberto Arismendi Alvarado Carpintero
Amali Barraza Insulza Pescador
Sorobabel Bustamante Peluquero a domicilio
Esteban Barruel Director de Museo
Gumersindo Barría Ralil Verdulero
Pedro Barría Oyarzo Zapatero, poeta y coleccionista
Graciela Bustamante Mansilla Dueña de casa de Rosario
Voltaire Catalán Jiménez Poeta, capitán de barco y artesano
Elvira Cárdenas Villarroel Dueña de casa de Chope
Rubén Cárdenas Gómez Alcalde de Calbuco
Irene Caipillán Artesana, agrupación indígena de San Rafael
Aladino Chabol Agricultor de Máchil
Jaime Calbucoi Gallardo Cargador
Teresa Cárdenas González Puesto mercado
Faumelisa Contreras Vargas Encarnadora en espinel
Canano Cárdenas Ex - capitán de barco
Viola Castrillón Morales Comerciante
Manuel Colhuán Loncón Calderero de industria conservera
Conjunto Quiñimapu Musicos
Mauricio Cárdenas
Sergio Cárdenas Gómez Subdirector Escuela E.G.G.
Juan Pablo Cárcamo Bombero
Celestino Díaz Agricultor
Rosvita Dietrich Dueña de casa
Arturito Díaz Villegas Brujo y naturista de Caicaén
Luis Díaz Silva (Mínino) Cocinero de barco
Ester del Carmen Flores Velásquez Encarnadora y venta de pescado
Roberto Segundo Garay Nahuelhuaique Cocinero
Filomena González Agricultora
Rosalba González Maricahuín Puestera mercado
Raúl Nataniel Gómez Profesor
Luis Aquiles Gallego Aguilar Ayudante de zapatero
Herta Gallardo Velásquez Dueña de casa, Rosario
Juan Patricio González Ruiz, Pato Huillo
Carlos Enrique González
Rodrigo González Músico
Carmen Huinao Mayorga Encarnadora y venta de pescado
Ángela Huenchucheo Barría Estudiante y reina de Calbuco
Armando Huanel Alvarado Agricultor
Elizardo Hernández (El Chalo) Aseo y limpieza de casas
Julio Huinao Grame Patrón de lancha
Juan Crisolio Huirimilla Ciente del bar
Ricardo Huanel Huanel Pescador
Nancy Huenante Huirimilla Artesana
Francisca Huirimilla Gutiérrez Artesana
Yolanda Huirimilla Soto Artesana
Olga Huirimilla Gutiérrez Agricultora Huayún Bajo
Luis Huirimilla Agricultor
Catherine y Javiera Huirimilla Estudiantes
Edith Huirimilla Dueña de casa
Aurelio Huirimilla Cárdenas Campesino, agricultor de Huayún
Flora Huirimilla Gutiérrez Agricultora de Yaco
Juan Huenante Caipichún Obrero
José Rodelindo Huelquil Ex - buzo
Carlos Velásquez Mansilla Mueblista, carpintero
Sergio Vargas Almonacid Poeta y fotógrafo
Adelina Vargas Huirimilla Poeta, dirigenta política, ex - concejal
Lucila Velásquez Valderas Presidenta taller artesanal
Miguel Villarroel Mansilla Balsero de Caracolito-Rosario
Francisco Vargas Pérez Zapatero
Rodolfo Vargas Pescador, dirigente sindical
Claudio Vargas Cargador
Rosa Velásquez Paredes y familia Dueña de casa
Ricardo Vásquez Ovando Bombero y fotógrafo
Luis Erico Villarroel Oyarzo Balsero
Carlos Villarroel Oyarzo Balsero
Hernán Villarroel Balsero
Rosa Valenzuela Venegas Dueña de casa
Sebastián Vargas Olguín Estudiante
Maricel Vera Zúñiga Estudiante y mini-reina
Zobia Villarroel Dueña de casa
Omar Villarroel Villarroel Nochero
Ernesto Valderas Dueño de lancha
José del Carmen Villarroel Sastre
Juan Alberto Velásquez Catalán
Amelia Vivar Paredes – La Mela Dueña de casa
Patricia Vargas Huirimilla Dueña de casa
Belén Villarroel Vargas Estudiante
Adrián Villarroel Profesor
Nora Vega Vargas – Minerva Alvarado Puestera en Vega
José Miguel Villarroel Mansilla Balsero de Caracolito-Rosario
Lucila Velásquez Valderas Taller artesanal de Llaicha
Raúl Oyarzo Oyarzo Bombero
Tránsito Oyarzo Oyarzo Dueña de casa
Gabriel Pruts Ex - pescador, parchador de redes
Irma Soto Soto Agricultura
Jorge Soto Cárdenas Cargador
Iván Soto Díaz Deportista
Abelardo Soto y Sra. Agricultores
Paty Soto Guerrero y Consuelo Reposteras
Claudia Soto Guerrero Dueña de casa y niñera
Ema Soto Mansilla El Rosario
Daniela Zúñiga Velásquez Estudiante
Manuel Paredes Ojeda (Manicho) Carnicero
María Paillacar Sánchez Puestera en mercado
Elizabeth Paillacar Maldonado Estudiante
Denise Paillacar Maldonado Estudiante
Marta Paredes Díaz de Jurgens San Ramón, Puluqui
Juan Luis Neira Comerciante en pescado
Eduvigis Ñanco Huenante Agricultor
Alejandro Paredes Villarroel Microempresario
Marta Ruiz Ruiz Restaurant y turismo
Rosamel Ruiz Agricultor
José Oriol Ruiz Andrade Agricultor
Tránsito Oyarzo Oyarzo Agricultora
Teresa Olavarría Banquetera
Raúl Oyarzo Bombero
Patricia Lee Bombero
Luis Alberto Llanquín Velásquez Pescador
Héctor Moneva Muñoz Comerciante, dueño de tienda
Alberto Muñoz Mansilla Obrero, pescador
Susana Andrea Moraga Estudiante y reina de Calbuco 2002
José Dolores Mansilla Maquinista calderas
Nubia Mansilla Profesora
Patricia Mansilla Melipillán Mini-reina de Calbuco 2002
M. Isabel Mansilla Guerrero Enfermera jubilada
Fabiola Mansilla Soto e hija Agricultoras
Isolé Molina Alimentación
Joana Andrea Muñoz Paredes Estudiante
Héctor Moneva Muñoz Comerciante
Rosita Martínez Chacón
Lidia Ulloa Mariscadora de Chidhuapi
Carola Uribe Balsera
José Uribe Uribe Ex - buzo
Dagoberto Uribe Mansilla Fletes
Luis Wermeister
Juana Werner Dueña de casa
José Techuna Venta de Licores
Eduvigis Ñanco Huenante Agricultora
Adolfo Villarroel Gómez Cantor popular, ex Presidente sindicato pescadores artesanales


















































miércoles, mayo 23, 2007

LA COVADONGA EN HUITO

GOLETA VIRGEN DE COVADONGA

LA COVADONGA EN HUITO


JOSE D. MANSILLA ALMONACID




Hay ciertos artilugios hechos por el hombre, que trascienden -más allá de la función utilitaria para lo cual fueron creados-personificándose en los Mitos y la Historia. Aviones, trenes, barcos, espadas, violines, etc., se incrustan en el imaginario colectivo con sus propias historias.

En nuestra memoria nacional, tenemos el caso de dos barcos, cuyas singladuras y combates, se improntan con ilustre prosapia en la historia marinera. Nos referimos a la Esmeralda y la
Covadonga.

Ambos buques, maniobrados por sus tripulantes, fueron escenarios, donde se gestaron singulares acontecimientos históricos acaecidos en los Mares Chilenos. Algunos de ellos ocurrieron en los canales y golfos calbucanos, acontecimientos que han trascendido a la universalidad; como es el Combate de Abtao -en febrero de 1866- entre las Escuadras Chileno-Peruana y la Escuadra Española del Pacifico.

Por ser un capitulo de nuestra historia muy poco conocido, estas notas giraran en torno a la acción que le cupo a la Goleta Covadonga después del Combate de Abtao, cuando se refugió en el Estero de Huito. Estan extractadas de nuestro libro en preparación “El Combate de Abtao. El Regreso de los Conquistadores”.

LA COVADONGA

La Goleta Covadonga, el histórico barco de Papudo, Abtao, Iquique y Chancay, fue un trofeo de guerra, arrebatado a España durante las hostilidades de la Campaña del Pacífico en 1865. Fue construida en el Arsenal de la Carrara, Cádiz, como "Goleta a Hélice". Bautizada "Virjen de Covadonga" el 8 de octubre de 1858 y lanzada al agua el 28 de noviembre de 1859. Fue construida de casco de madera y sus maquinarias movidas por calderas a vapor tubulares.

Su nombre está asociado al épico acontecimiento, señalado por los historiadores hispanos decimononos como el nacimiento de la nación española: Cuando en 722 Don Pelayo con un grupo de 300 montañeses asturianos escondidos en una cueva del monte Covadonga derrotaron a sus dominadores musulmanes iniciando la insurrección organizada que se denominó La Reconquista. Según la tradición, en la batalla fueron ayudados por María, por lo cual se declaró la Santa Cueva como templo de gratitud de España a la Santísima Virgen.

En la Armada Real Española han existido otro barcos llamados Nuestra Señora de la Covadonga. Uno de ellos fué el que llevó de regreso de Cuba a España algunos religiosos despues del triunfo de la Revolucion dirigida por el heroico comandante Fidel. El primer navío de este nombre que conocemos era el famoso Galeón de Manila, que hacía el tráfico entre Las Filipinas y Acapulco, México; portando los recaudos de esa colonia para el Rey. En 1739, Inglaterra declaró la guerra a España, para lo cual habilitó una Escuadra, al mando de Lord Anson. con el fin de hostilizar el comercio español en el Pacífico. Entre los naves estaban El Centurión, el buque insignia, y la fragata Wager, la cual naufragó en Guayaneco, logrando salvarse solo cuatro tripulantes, entre ellos John Byron, abuelo de Lord Byron, el poeta del romaticismo. John dejó un hermoso testimonio de cómo fue auxiliado por los indios chonos y relatando su posterior estadia en Chiloé cuando estuvo prisionero algunos meses en Ancud.


LA COVADONGA Y LA ESCUADRA ESPAÑOLA DEL PACIFICO

Una vez botada al mar, la Virgen de Covadonga en 1859, fue comisionada al apostadero naval de Montevideo, en América. Montevideo era un estratégico punto de recalada para el tráfico del Atlántico y todas las potencias imperialistas de la época tenía presencia en ese lugar. La alicaída España, que habia entrado al siglo XIX invadida por Napoleón; perdida sus colonias en América y sumida en las Luchas Carlistas por la sucesión del trono, se ha estabilizado con la llegada al poder de los liberales quienes instalan en el trono a Isabel II. Inicia luego España una ofensiva imperialista. Junto con Francia e Inglaterra invade México e instalan a Maximiliano como Emperador. Se anexiona Santo Domingo, invade Marruecos y en 1862 decide enviar una escuadrilla naval a tierras americanas en el marco de esta política pan hispánica.

La flotilla compuesta por las fragatas Resolución y Triunfo, a las que se unió la goleta Covadonga, tenía entre sus objetivos estudiar el emplazamiento de un lugar para instalar una base naval en aguas del Pacífico sudamericano.

Esta expedición planteada como una visita de buena voluntad en 1862, hacia 1864 era vista como una amenaza a la integridad territorial y la soberanía de los países americanos, a consecuencia de sucesivos desaciertos de los diplomáticos españoles y el conductor de la flotilla. Las actitudes intransigentes de españoles e hispanoamericanos terminaron en una declaración de guerra contra España de parte de Chile y posteriormente el Perú que condujeron al combate de Abtao y el bombardeo de Valparaiso y El Callao en 1866.

Pocas semanas antes del zarpe desde Cádiz, se decidió agregar un equipo de naturalistas a la escuadrilla naval. Este grupo de científicos recorrió la America meridional desde 1862 a 1864, supeditados a las evoluciones de las buques de guerra. Es la llamada Comisión Científica del Pacifico, cuyas observaciones y colecciones formadas por estos naturalistas está siendo revalorada en el ultimo tiempo, especialmente por el CSIC español.

En estos avatares la Covadonga arribó al puerto de Ancud en 1862, permitiendo a los científicos observar a los chilotes y recolectar algunos especímenes. Notable es la adquisición de una momia de indio chono encontrada en Las Guaitecas que fue enviada al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.

Durante dos años las naves recorrieron desde el cabo de Hornos hasta California. En el tornaviaje de estas comisiones las fragatas y goletas se reúnen en El Callao. Allí el general Pinzón se impone de los Sucesos de Talambo, donde un grupo de colonos vascos fueron vejados y heridos, inhibiéndose las autoridades peruanas en resolver este crimen contencioso.

La intervención de una serie de agentes, algunos arteros y falsos, llevan al Almirante español a apoderarse de las guaneras islas Chincha. Este hecho provoca una oleada de americanismo. Chile declara el carbón de piedra contrabando de guerra, España reclama bloqueando los puertos chilenos y la guerra se desata. La corona española envía al Pacifico sus mejores buques, entre ellos la Numancia, portento de la ingeniería naval de la época.

En noviembre de 1865, la Covadonga viaja desde el bloqueado puerto de Caldera a Valparaíso. A la altura de Papudo es interceptada por la Esmeralda. Bastaron un ardid de guerra y unos pocos tiroteos para que un puñado de guardiamarinas, entre ellos los más célebres que ha tenido la Armada Chilena, abordaran la Covadonga. Al atardecer del domingo 26 una mano, nerviosa aun por el fragor del combate, cogió el ordenado cuaderno de bitácora de la Covadonga y escribió:
“tomamos posesión de la goleta de guerra Española Covadonga, rindiéndose a las armas chilenas, e izando el pabellón estrellado en lugar de los leones de Castilla.... A las 21:40 dejó la Esmeralda el puerto de Papudo i nosotros empezamos a seguir sus aguas”.

La Covadonga surgió en Ancud. Desde allí fue a apostarse a la Bahía de Chayahué, donde se refugió la Escuadra Aliada chileno-peruana. El 7 de febrero se presentaron los dos buques españoles Villa Madrid y Blanca enfrentando al Apurimac, la Unión y La Covadonga. En este combate tuvo notable participación la Covadonga, comandada por Isaac Thompson, ilustre marino que murió en la cubierta del Huascar junto al poeta y guardiamarina calbucano Eulogio Goycolea durante el bloqueo de Arica en las acciones de la guerra del 79.

Desde Ancud la Covadonga se dirigió al estero de Huito, lugar escogido por el almirante Williams Rebolledo para refugio de la Escuadra.

Casi medio año permaneció la Covadonga apostada en Huito. En ese lapso la Armada fortificó el estero, se instaló un fuerte, tres fortines, se construyó un almacén de pertrechos, hospital, un fortín para las tropas peruanas, dos explanadas con baterías, puesto de vigías, etc. La entrada del canal fue inutilizada para la entrada de buques de gran calado, hundiéndose en su embocadura al Lerzundi, cuyos restos aun permanecen en sus fondos.

En pleno conflicto hasta allí arribó el Ministro de La Guerra para conferenciar con el Alto Mando Aliado, siendo la primera autoridad con ese rango que visitaba Calbuco y la provincia.

Un día de la Covadonga en el apostadero de Huito lo podríamos resumir en este parte:

“Vapor de Guerra Covadonga
Señor Comandante General de la Escuadra Aliada
El oficial saliente de guardia de parte a VS de haber entregado esta al Teniente Don Aureliano Sanchez.....
PM. La gente se ocupó en ajustar la filostica..., rascar el costado y hacer aguada. Los carpinteros en tierra quitando los machos y planchas de cobre al timón
En la maquina se continua con la compostura del calvero de popa... A las 3 se aferraron las velas
A las 4 por principiar a llover se hecharon los coyes de entrepuente i se armó el toldo del alcázar.
Servicio de ordinario y sin novedad.
Durante la noche no hubo novedad,”
......Carlos Condell

Terminada la guerra, La Covadonga fue enviada a Valparaíso, donde fue reparada. En 1872 estaba convertido en un buque explorador. Con el capitán Vidal Gormaz hizo los levantamientos topográficos de las islas esporádicas de Chile. Durante la guerra de 1879 contra el Perú alcanzo su máxima gloria en el combate de Iquique.

Se hundió el 13 de septiembre de 1880, en Chancay, mientras se izaba una hermosa embarcación encontrada al garete, que explotó a su costado, porque era una artera trampa de los peruanos. Sus restos hundidos se encuentran entre los 17.5 y 20 m. de profundidad del mar de Chancay, sobre un fondo de arena semidura. Exactamente en las coordenadas 11º 34’ 23’’ Latitud S y 7º 16’ 56’’ Longitud O. y parte de su documentación y algunas piezas están en el Museo Histórico Municipal de Chancay – Perú.

miércoles, diciembre 06, 2006

EL BLOGSPOT DE WLADIMIR SOTO

EL BLOGSPOT DE WLADIMIR SOTO

Nuestro gran amigo, el Antropólogo WLADIMIR SOTO CARCAMO ha creado un blog dedicado a la Historia y la Antropología. Es un espacio más dedicado a la difusión, información, debate y crítica de los temas relevantes de nuestra Historia Regional.

Saludamos la iniciativa de Wladimir e invitamos a visitar este excelente sitio de interès colectivo.

La dirección para acceder es:

http://www.wladimircarcamo.blogspot.com/

Wladimir estuvo presente en la reciente visita que el Historiador Noam Chomsky efectuó a la ciudad de Temuco. Allí se retrató junto al Maestro.

Noam Chomsky (1928) profesor de Lingüística en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y una de las figuras más destacadas de la lingüística del siglo XX. Creó la gramática generativa, disciplina que situó la sintaxis en el centro de la investigación lingüística y con la que cambió por completo la perspectiva y los programas y métodos de investigación en el estudio del lenguaje, actividad que elevó definitivamente a la categoría de ciencia moderna.

El trabajo académico e intelectual a lo largo de medio siglo abarca los campos de la lingüística, la comunicación, la política y la sociología
Paradójicamente, pese a su enorme contribución a la ciencia del siglo XX, fuera del ámbito académico es mucho más conocido por su activismo político y su duras críticas a la política exterior de EE.UU. y de otros países, como el Estado de Israel. Militante de la izquierda intelectual norteamericana, que algunos han calificado de socialismo libertario, se destacó en la oposición a la guerra de Vietnam, dentro de una actitud contra-sistema que ha mantenido a lo largo de su trayectoria profesional y política.

Se puede acceder a una entrevista a Chomsky en la televisión peruana en la pagina:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=41029

EN LA FOTO: WLADIMIR SOTO JUNTO A NOAM CHOMSKY EN TEMUCO 2006
JOSE MANSILLA

jueves, noviembre 16, 2006

SAN MIGUEL DE CALBUCO EN 1755


SAN MIGUEL DE CALBUCO EN 1755

FOTO: EL TORREON DE CALBUCO
En 2005, poco después que concluyera el PRIMER SEMINARIO DE HISTORIADORES DE CALBUCO, El Concejal de la Ilustre Municipalidad Don NELSON VILLARROEL CASTRILLON viajó a España. Aprovechando el viaje, el CONCEJO MUNICIPAL le encargó que pesquisara en los Archivos Españoles, noticias referentes a la Ciudad de Calbuco.

El Señor Villarroel cumplió eficazmente su cometido y – a pesar, que no hubo una planificación anterior y también por el escaso tiempo- regresó con importante documentación sobre el pasado calbucano.

Don Nelson, quien nos ha privilegiado con su amistad, puso a disposición nuestra, copia de los antecedentes que trajo. De estos datos, publicamos aquí un extracto de la Memoria sobre Chiloe que escribió el Gobernador Narciso Santa María en 1755. Agradecemos el gesto del señor Villarroel y felicitamos al Concejo Municipal por la iniciativa. Ojalá que misiones con este objetivo, se repitan en el futuro.

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“ PARTIDO Y JURISDICCION DEL CURATO DE SAN MIGUEL DE CALBUCO

... el fuerte de San Miguel de Calbuco se halla situado en la isla de este nombre en los 41 grados y 36 minutos de Latitud y en los 40 grados 1 minuto de Longitud al Leste de Chacao, confinando por la parte de este viento con las cordilleras y por la Norte con la tierra firme de Carelmapo que se divide de la Isla un corto trecho que ocupa por aquella parte la canal que le circunda y vuelve a desaguar en la bahía principal de la Isla de Chiloé

Este fuerte es, igualmente como todos los demás de Castro y Maullin, de Maderas, bien construido y delineado, con sus dos Baluartillos, puestos en los ángulos de Norte y Sur en los cuales se hallan solo un cañoncillo de Bronce e irregular.

La Guarnición regular de este fuerte consiste en una Compañía de Infantería de Tropa arreglada compuesta de un Capitan que es Comandante del Fuerte, de un Teniente que tambien lo es de Veedor para la Tropa Arreglada, un Alférez, un Tambor, dos Sargentos, dos Cabos de Escuadra y 45 Soldados de los cuales uno de ellos es el Capitan de la Artillería que se tiene mencionado cuya tropa está armada con Arcabuces antiguos. Y para los casos de Arma tiene asignado tres Compañías de Gente Miliciana de aquel Partido y 12 Artilleros con su Condestable, que son obligados a la señal de arma bajar al fuerte de Chacao a servir su artillería. Las dos Compañías de las tres dichas son de Infantería y la restante de Caballos, con el mismo numero de oficiales y tropa que todas las demás de la Provincia y son obligados de juntarse todos los años para la Semana Santa hasta después de Pascua en cuyo tiempo hacen los Ejercicios Militares que les manda su Ayudante de Milicias.

En lo espiritual es mandado por un Cura y Vicario Capellán Real que goza de sueldo lo mismo que el de Chacao al cual se extiende su jurisdicción desde 41 grados 6 minutos de longitud hasta los 41 grados y 54, que esta la Isla de Abtao desde la Barranca del Coronel al golfo del Etheo y Guit, que circunda todas sus Islas, en las que se hallan solo los indios de las dos reducciones Calbuco y Abtao, y algunos pocos encomendados, e Indios Chonos que todos son Doctrinados por dicho cura y Misioneros en la Iglesia Parroquial de allí y en las capillas siguientes: En la Isla de Guar una donde acuden los Indios Chonos que allí estan acimentados. En la isla de Llaicha 3: Chope, Machil y Puluqui. En la isla de Quenu 1, en la isla de Chidguapi 1; en la isla de Tabón otra, en la Isla Grande Calbuco 2: Men Men y Caicaén. Y en la isla de Abtao y Tierra Firme 2, que son todas las que hay en el curato.
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miércoles, noviembre 01, 2006

RAMON LEVIL, PINTOR NACIDO EN CALBUCO, EXPONE EN FRANCIA


RAMON LEVIL, PINTOR NACIDO EN CALBUCO, EXPONE EN FRANCIA

Por: JOSE D. MANSILLA ALMONACID

Ramón Levil junto a Pascal, curadora del Museo Marzelles y Antonio Antivilo, Presidente de la Asociación INTI, junto a la obra ganadora.




D. Ramón Teodoro Levil Vargas, uno de los más importantes creadores que han nacido en Calbuco y que “se ha pasado la vida entre pinceles y geografías”. Ramón Levil expondrá en La ciudad francesa de Bordeaux este otoño europeo. Desde el 15 de noviembre hasta el 16 de diciembre se podrán admirar sus “Visco Torsiones” en la Galería de Arte Alcheringa, exposición que será inaugurada con un discurso del cónsul de Chile acreditado en esa ciudad.

LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA DE LEVIL

Frente a Calbuco se encuentra la isla Puluqui. Los hielos milenarios horadaron un profundo fiordo llamado Chope. En los dias que anteceden a las tormentas, desde la punta Aicho, afinando la vista, se pueden ver la capilla y la escuela del lugar.

Desde Chope surgió doña Gumercinda Vargas, para habitar Calbuco. Ramón nace en 1962. Su infancia transcurre en la casa de madera que habitó su familia en el sector calbucano Abonos Calizos llamado así por una antigua factoría de cal, aledaña a los lomajes cubiertos de pinos, frente al canal Caicaen.

Allí trazó sus primeros dibujos, influenciado por los comics. Allí también pintó sus primeras marinas usando pinceles artesanales, restos de pintura para casas, embarcaciones. Una de esas obras tempranísimas hemos visto alguna vez en el negocio de D. Ramón Andrade quien nos manifestó que habia sido “pintado por un niño de la escuela de Calbuco”. Asiste a la escuela Eulogio Goicolea de Calbuco. Al terminar el ciclo básico ingresa al Liceo de Calbuco. Su profesora de Dibujo es la señorita Erica Trautmann. Comienza a incursionar en las obras de los grandes pintores.

Frisaba los 15 años cuando Ramón decide migrar a Santiago de Chile. Son mil kilometros de lluvia y noche que recorre sólo.

Rápidamente se traslada a Valparaiso. El artista adolescente sigue pintando. A los 16 años ingresa a la Escuela de Bellas Artes de Valparaiso, desde donde egresará Maestro de Arte. En el ínter tanto participa en exposiciones colectivas Varias ciudades de Chile tienen el privilegio de admirar sus obras: Viña del Mar, Valdivia, Puerto Montt, Quintero, San Felipe, La Serena entre otras. Sumando su participación en mas de 60 exposiciones. Hacia 1987 es alumno de Milan Ivelic -actual Director del MNBA- y de Sergio Soza, en el Instituto de Arte Contemporáneo.

Una mención especial porque ha sido de vital importancia para el artista corresponde a la Galería Marpau de Viña del Mar la cual creyó desde un principio en su trabajo profesional y que al presente está dispuesta a seguir haciéndolo.

Luego de ejercer como profesor de Arte en Galerías y Talleres de Valparaiso y Viña del Mar, se marcha al viejo continente; exponiendo en España y Francia. Desde 1991 reside permanentemente en este último país.

SU OBRA

Señalaremos una etapa en la pintura de Levil: Esta, por supuesto es de mi subjetividad y no es absoluta ni excluyente. La escogí porque en este período encontramos claras referencias visuales de Calbuco en sus pinturas: lanchas, pescadores, cargadores, muchachas con brazadas de peces o frescas frutas en el regazo, aldeanas recostadas en la hierba, recolectando la cosecha o descansando de la siega. Escenas universales como éstas pintadas por Levil, por Brueguel, el viejo, he entrevisto en las fiestas religiosas de San Ramón, de Carelmapu o las trillas artesanales de Pencahue y Huilliborgoa.

El mismo Levil dice que la esencia de esta etapa de su pintura es “relativa a la búsqueda de una iconografía de América y sus símbolos visuales, ya sea el paisaje o su gente a través de composiciones en que el centro es la figura de la mujer con idea que despliega fertilidad y naturaleza”.

Levil es hijo del Reloncaví, de la luz de Calbuco, el archipiélago mágico de las catorce islas. Quien haya recorrido ese espacio entre el sector Calizos hasta la escuela Goycolea –el mismo que diariamente recorría Levil; verá de cerca: la campiña, los recodos del camino, las tortuosas calles, el caserío entreverado; lejos las islas, los volcanes tutelares. las pasajeras nubes y misteriosos arco iris en sus juegos de luz y sombra; y mas abajo los botes tumbados, las canciones de los pescadores, la risa de las muchachas en flor, el perpetuo rumor de mar y el ensoñador amaranto de los crepúsculos sobre el Canal de Caicaén. “Tengo la necesidad imperiosa para sentirme cerca de la atmósfera, y yo pretendo dar una visión recurrente de él, de las luces del sur de Chile…me siento acompañado de la magia de la memoria de las creencias de las gentes primitivas presentes por los bosques, los mares y volcanes” , nos dice el pintor.

Así como Dalí universalizó al puerto de Cadaqués con sus surrealistas barcas, también Levil ha universalizado los paisajes del Reloncaví, de Calbuco.

La escritora Marjorie Agosin, gran luchadora de los derechos humanos, poetisa y coleccionista de sus tempranas obras simbólicas, espera concretar un proyecto real de ilustrar su obra poética con pinturas de Levil en una publicación en EE. UU. donde vive y ejerce como profesora de la U. de Wellesly.

Actualmente Levil reside en la ciudad de Bordeaux, Francia, a orillas del río Garona; recorriendo las mismas calles de donde surgieron agitados jirondinos durante la Revolución Francesa, la misma ciudad donde se autoexilió Francisco de Goya. Tan cerca del mar.

Hace unos dias se hizo acreedor de un gran premio de pintura, en el Salon de Automne du Museé de Bazeille, en Marmande, en el departamento del Lot-et-Garonne, lugar en que habita.

Ramón Levil expondrá en la ciudad de Burdeaux este otoño. Desde el 15 de noviembre hasta el 16 de diciembre se podrán admirar sus “Visco Torsiones” en la Galería de Arte Alcheringa, exposición que será inaugurada con un discurso del cónsul de Chile acreditado en Bordeaux.

El gran artista estará de vuelta en Calbuco para diciembre. Tiene intenciones de hacer una exposición en Viña del Mar para el año que viene y bien podría ser que llegara hasta Calbuco siempre y cuando exista interés nuestro en hacerlo. Por que para llevarlas a cabo se necesitan recursos.

Me parece que la comunidad y autoridades calbucanas deberían considerar la posibilidad que ofrece Levil y a la vez hacerle un ya atrasado pero justo homenaje.

sábado, octubre 21, 2006

RELIGIOSIDAD POPULAR EN EL BARRIO LA VEGA DE CALBUCO


RELIGIOSIDAD POPULAR EN EL BARRIO LA VEGA DE CALBUCO:

LA NOVENA DE LA VIRGEN DEL CARMEN EN CALLE BAQUEDANO


Por MILTON VIVAR DIAZ y
JOSE D. MANSILLA A.


IMAGEN DE SAN MIGUEL
PATRONO DE CALBUCO

Hacia 1950 el popular barrio calbucano de La Vega contaba de cuatro calles: La Avenida Brasil que orillaba la marina, desde la punta Aicho -donde se encontraba la fábrica de conservas de mariscos y pescados La Sirena propiedad de Juan Klener- hasta el inicio del camino a Caicaén, despues de pasar frente aotra fábrica de conservas llamada La Vega, conocida entre los veguinos como “La Firma”. En cada cada ángulo de la caleta existían sendas fabricas de conservas. La Sucesion jorge Ditzel, que administraba Mateo Cabrera y sus hijos y la fabrica Soto y Léniz. En esta avenida desembocaban perpendicularmente dos calles: Galvarino Riveros, que venia desde la plaza del pueblo y a la altura del negocio de Doña Chepita se precipitaba en una gran cuesta que daba acceso al barrio. La otra era una corta calle de extensión de una cuadra que nacía desde la playa hasta la calle Baquedano. En esta intersección estaba la puerta de entrada para La Pampa, donde estaba la cancha de fútbol y el gran lugar de sociabilidad de los habitantes de La Vega. Esta calle se llama actualmente Francisco Bilbao.

Paralela a la marina se encuentra la calle Baquedano, que nace desde Galvarino Riveros y entonces moría en el acequión que circundaba el vallecito bordemarino, donde estaba la casa amarilla de lata de la familia Godes.

La calle Baquedano, lugar de residencia de muchos trabajadores de las fabricas conserveras, tenía circulación permanente de personas, porque casi frente a la casa de la familia Narváez-Apablaza y cerca del actual Cuartel de la 1º Compañía de Bomberos, existían sendos pilones donde se extraía el agua para beber y asearse. En este lugar las mujeres alternaban cuchicheos, noticias y se reavivaban rencillas.

De entre las muchas historias de este barrio, nos referiremos esta vez a una página de Religiosidad Popular: Hablaremos de LA NOVENA DE LA VIRGEN DEL CARMEN EN LA CALLE BAQUEDANO CREADA POR DOÑA ADELA APABLAZA, Conocida por los vecinos como “La Señora ADELITA", quien era casada con don Juan Narváez.

Cuenta su hija GRACIELA, que su madre, estuvo muy aquejada de salud al poco tiempo de casarse, mujer de fé como era, se encomendó a la Virgen del Carmen, de quien era muy devota, rogando por su mejoría.

No pasó mucho tiempo en las dolorosas molestias fueron desapareciendo hasta encontrar cura definitiva: atribuyendo la piadosa señora esta sanación a un milagro de la Virgen, motivo por el cual ofreció en su favor realizar anualmente una Novena a Nuestra Señora del Carmen hasta el día de su muerte. Promesa que doña ADELITA -cariñosamente llamada así por la gente del barrio y especialmente por los niños- cumplió por espacio de casi 50 años; aún cuando en los últimos días de su existencia estaba casi completamente ciega.

Fallecida doña "ADELITA", Sus familiares continuaron realizando la novena conservando las mismas características por espacio de cinco años.

II

Pero, ¿Qué es una Novena, o Hacer una Novena?. Etimológicamente del latin "novem", nueve. La novena es una forma de devoción católica, de oración privada o pública que dura nueve días para obtener alguna gracia o intención especial, u orar por los difuntos. Pueden ser nueve dias consecutivos antes de una fiesta, o nueves dias específicos de una semana, los sábados por ejemplo, o los primeros viernes de cada mes. Están tradicionalmente asociadas a la devoción de un santo o alguna promesa hecha. Muchas novenas tienen recomendación eclesiástica pero no un lugar propio y establecido en la liturgia. No son parte de la oración oficial de la Iglesia. La novena también se ofrece a los difuntos, como una manera de ayudarlos a ganarse el cielo

Los orígenes de la novenas, según los teólogos arrancan desde Jesucristo- El fue quien nos enseñó a orar con insistencia. La novena de Pentecostés se inspira en el pedido que hizo Jesús a los Apóstoles que se preparan para la venida del Espíritu Santo.

En la religion judía la novena hora en la Sinagoga era una de las horas especiales de oración, como lo ha sido la hora nona en la Iglesia desde el principio. Los romanos y griegos tenían novenas, Algunas eran fiestas paganas para apaciguar a los dioses. También hacían nueve días de duelo por los difuntos. Aunque los primeros cristianos siguieron la costumbre en cuanto al número de días, ya no lo hacían con superstición sino fundamentados en Cristo.

Los Padres de la Iglesia como San Agustín, advertían a los cristianos el peligro de imitar esta costumbre pagana. Para ellos y los monjes de la Edad Media, el nueve denota imperfección y se refiere a los hombres. El diez es el mas alto y perfecto y por eso se refiere a Dios. La novena simboliza la imperfección humana que busca a Dios. Según San Jerónimo, "El número nueve en la Santa Biblia indica sufrimiento y dolor".

España y Francia introdujeron la "novena de preparación" para la Navidad. para recordar los nueve meses de embarazo de la Virgen. En España el Concilio de Toledo en el año 656 transfirió la fiesta de la Anunciación al 18 de Diciembre (dentro de la novena). Por eso la novena tomó un sentido de anticipación y preparación a una fiesta. De la novena de preparación, surgió la costumbre (Francia y Bélgica) de hacer novenas a la Virgen y a los santos por diversas intenciones.

Junto con el Descubrimiento de América, España introdujo esta práctica en América utilizándola como un elemento más para evangelizar a los indígenas y preservar el fervor religioso. Desde entones durante nueve días, generalmente de noche, los vecinos se reúnen para rezar el Rosario y entonar cantos de alabanza y súplica.

Sin embargo no fue hasta el siglo XVII que la Iglesia formalmente concedió la primera indulgencia a una novena en honor a San Francisco Javier, otorgada por el papa Alejandro VII.

Las novenas requieren humildad, confianza y perseverancia, tres importantes cualidades de la oración eficaz. Innumerables santos rezaban novenas con gran devoción y a través de los siglos muchos milagros se han logrado con la oración de novenas.

III

La Novena de la Calle Baquedano:

Esta devoción tuvo sus orígenes en la ciudad de Valdivia, de donde era oriunda la familia NARVAEZ – APABLAZA. Mas tarde por motivos laborales del jefe de hogar, don Juan Narváez, debieron trasladarse a Ancud y luego a Calbuco, lugares donde Doña Adelita continuó cumpliendo su promesa.

Así cada año, una vez pasado el “carneo de chancho” de San Juan, La familia Narváez, secundada por los vecinos, comenzaba a preparar el gran evento de la calle Baquedano, que congregaba a la gente del barrio La Vega y Vecinos de Caicaen.

Cada noche, luego de haber rezado el Santo Rosario y a la usanza de la época en el mundo rural, la señora Adelita, ofrecía a los asistentes algunas exquisiteces como masas dulces preparadas especialmente para la ocasión, las que se acompañaban de una taza de café de grano de malta, y luego para la gente mayor una corrida de vino o mistelas. Para los niños se repartían golosinas, lo que agregaba un atractivo mayor para tener una mejor concurrencia. La gente asistía con profundo fervor religioso durante las nueve noches de rezo y con gran respeto y recogimiento. Sin embargo luego de cumplido el ritual religioso no estaban ausentes las anécdotas, los chascarros propios de la cotidianeidad, que se comentaban alegremente por los asistentes.

La novena culminaba con una gran procesión nocturna cuyo recorrido era la calle Baquedano hasta Galvarino Riveros, doblaba por Avenida Brasil, luego enfilaba por Francisco Bilbao para desembocar nuevamente por Manuel Baquedano hasta la casa de Doña Adelita donde se detenía el cortejo; allí culminaba Novena con las correspondientes letanías de la ocasión. La procesión tenía también su característica muy singular, que hemos visto reencantada en los últimos años en la Fiesta de las Luminarias de San Miguel:

En los días previos al término de la novena se confeccionaban faroles de papel de color (papel de volantín) y celofán, teniendo en su base un fondo de cartón que soportaba un trozo de vela encendida que servía de iluminación en el trayecto de la procesión, pues el Calbuco de ese entonces no contaba con alumbrado eléctrico.

Se confeccionaban cientos de faroles, tarea en la cual participaban; la familia de la promesera, vecinos y niños del barrio. Lo faroles se colgaban en guirnaldas encendidas atravesando la calle. Además cada feligrés en la procesión portaba también su farol colgando de una varita que servía para darle una mayor altura. Los más modestos portaban el típico farol calbucano: Una botella blanca de litro a la que se la sacaba el “poto” y se le colocaba un alambre como agarradera y dentro una vela encendida.

La “calle de la cuesta” aunque no les tocaba en forma directa, adornaban con guirnaldas de faroles colocadas por su cuenta, las casas de la señorita Rosalba Vargas, la vivienda de la familia Soto-Vargas, en la esquina de Galvarino Riveros y Avenida Brasil; y el aporte de la señora Dina Bustos, en Avenida Brasil con Francisco Bilbao.

Finalizada la ceremonia religiosa, se invitaba a los asistentes, pasar a compartir una exquisita y abundante comida preparada especialmente, como forma de pagar la compañía de las noches del novenario.

Una vez servidos los asistentes, se tapaban las imágenes con blancos lienzos y las estampas se volvían de cara a la pared, se apagaban las velas del altar y en la misma sala que sirvió para la oración, la dueña de la novena pedía permiso a la Imagen de la Virgen y comenzaba a celebrarse el onomástico del Carmen, ya que era también e1 segundo nombre de doña Adela, quién para la ocasión premunida de su antigua victrola, le daba suficiente cuerda para hacer sonar el disco que era de su apetencia, y ubicando generalmente a uno de los varones más jóvenes para así demostrar a los asistentes sus dotes y habilidades dancísticas, dando por iniciada la fiesta bailable llena de gracia, y colorido, con cargo a su propia cuenta, dando así por pagada su manda, esperando gozar de buena salud para reencontrarse al año siguiente.

De esta forma, y con estas características, la recordada y querida Señora ADELA APABLAZA por espacio de más de cincuenta años hizo participar a cientos de personas en honor a la Virgen que tanto veneraba y dándole una característica especial al Barrio La Vega de Calbuco.

Más de 50 años han transcurridos desde que entrevimos a la Virgen del Carmen ingresar por el portal solidario de Doña Adela Apablaza delante de un rio de luces. Mientras hacemos estos recuerdos anclados en Caicaén el obstinado oleaje del viento sur sigue removiendo guijos en las playas de La Vega. Mas arriba en las calles y casas los habitantes de calle Baquedano, Pedro de Valdivia, Avenida Brasil, Bilbao, Galvarino Riveros siguen haciendo la Historia.

MILTON VIVAR Y JOSE MANSILLA
28 de septiembre de 2006

sábado, septiembre 16, 2006

PAGINA WEB PARA CALBUCO


A CONTAR DESDE HOY SE ENCUENTRA DISPONIBLE
EL SITIO URL

http://josedmansilla.googlepages.com



DONDE ENCONTRARA TODA LA INFORMACION HISTORICA SOBRE
CALBUCO, SUS TIERRAS, SUS AGUAS Y SU GENTE

ES UNA PAGINA QUE SE ESTA CONTRUYENDO.
AGRADECEMOS SU COMPRENSION SI AL PRINCIPIO
NO ENCUENTRA TODA LA INFORMACION O SI TIENE
PROBLEMAS DE ACCESO.

ESTE SITIO WEB SE COMPLEMENTA CON ESTE BLOG.

AGRADECEMOS SI PUEDEN DIFUNDIRLO ENTRE
SUS AMISTADES.

¡SALUD!, POR CALBUCO Y SU GENTE

JOSE DOLORINDO MANSILLA ALMONACID
HISTORIADOR CALBUCANO



viernes, septiembre 15, 2006

BLOGSPOT DEL CENTRO DEL PATRIMONIO HISTORICO DE LA PROVINCIA DE LLANQUIHUE

VISTA DE PUERTO MONTT

Fundado el 28 de Marzo de 2005 en la ciudad de Puerto Montt desde el mes de Julio de 2006 el CEPH está editando un blog -con trabajos históricos de sus integrantes- acerca de la Provincia de Llanquihue y especialmente de Puerto Montt.
Hemos encontrado aportes de los historiadores portomontinos: W. Soto, C. Sánchez, S. Millar y una notable galería fotográfica a cargo del coleccionista A. Torres.
Feliz iniciativa que pone al alcance de los interesados estos notables materiales para nutrirse de identidad. Ojalá que pronto encontremos material de las otras ciudades que existen en nuestra provincia.
Recomendamos el sitio porque bien vale la pena un recorrido por las páginas de este nuevo e importante blog histórico para el conocimiento y desarrollo de la Historia Local de nuestra provincia.

La dirección URL es:

jueves, agosto 31, 2006

LOS BOMBEROS DE CALBUCO


EL CUERPO DE BOMBEROS DE CALBUCO CUMPLIO 104 AÑOS DESDE SU FUNDACION.

COMO HOMENAJE Y SALUDO; CAICAEN PUBLICA ESTE PARRAFO, EXTRAIDO DEL LIBRO CENTENARIO DEL CUERPO DE BOMBEROS.

Buscar en el pasado el sentido de las huellas que hoy permanecen en las instituciones calbucanas es comenzar a elaborar críticamente la conciencia de lo que realmente son: es decir el producto de su desarrollo histórico en el que han dejado impresas sus jacillas los visionarios que fundaron estas instituciones y aquellos seguidores, no menos altruistas, que plasmarán en presente y futuro los ideales de los pionero

Porque ese es el sentido de toda Historia: encontrar a los hombres que han vivido los hechos y a los que más tarde se alojaron en ellos; incluso los más humildes, aquellos actores de la Microhistoria.

Hechos históricos tan cercanos a nosotros que nos permiten identificarnos con la ciudad donde recibimos las vivencias, causionados por el devenir de siglos y que con seguridad permiten arraigarnos al presente y proyectarnos al futuro.

El devenir histórico del Cuerpo de Bomberos de Calbuco que cumple hoy 100 años de existencia es el mejor ejemplo para ilustrar esta reflexión, porque los miembros de esta institución calbucana, - voluntaria como pocas- se nutren de su tradición ya centenaria y con la impronta de los grandes valores de la vocación de servicio público, abnegación y sacrificio, resueltamente se proyecta hacia el futuro, modernizándose -hombres e instrumentos- en forma constante y permanente, asumiendo los desafíos que el desarrollo industrial, el crecimiento de la ciudad y las innovaciones tecnológicas generan como nuevas situaciones y escenarios donde los voluntarios deben actuar.
Escribir acerca del Cuerpo de Bomberos de Calbuco -recobrar la crónica histórica bomberil- no es solamente acercarse al desenvolvimiento de la institución; también es encontrarse con la ciudad del novecientos, siglo en que la villa se consolida como importante centro poblado de la provincia y principal elaborador industrial de productos marinos y madereros.

Mientras recopilábamos antecedentes para redactar la Crónica Centenaria de la organización, una y otra vez constatábamos la imbricación de la Historia de los Bomberos con la Historia de la ciudad. Esa ciudad de bordemar sita en la antigua isla de Caycaen y que el año 1902 ya casi cumplía sus tres siglos de existencia desde que fuera evolucionando a partir del fuerte San Miguel fundado por Francisco Hernández Ortiz-Pizarro en 1603.

Calbuco se asomaba al siglo XX cambiando su fisonomía de pueblito confinado y adormecido en su desarrollo espiritual y material por causa de los caudillos locales más atentos a seguir imponiendo su poder político y obtener granjerías económicas, como fue el último cuarto del siglo anterior.

La villa que en 1895 tenía 629 habitantes, en menos de 7 años había remontado su población en 1902 a 1135 habitantes, repartidos entre industriales, comerciantes, funcionarios estatales, trabajadores de las fábricas de conservas, marineros, bolicheros, pescadores, artesanos y los integrantes de sus familias y allegados.

El dispar casco urbano del pueblo se componía en la época del nacimiento del cuerpo bomberil en algunas aisladas casonas de 2 a 3 pisos, otros medianos y rectangulares caserones de dos pisos que albergaban tendales en su planta baja, las típicas casitas chilotas de 4 piezas, dos ventanas y una puerta a la calle y los 5 o 6 conventillos. Todas construcciones de madera techadas a dos aguas con la vernácula tejuela de alerce que se agrupaban a ambos lados de las calles de trazado irregular entre las que sobresalían Errázuriz, que era el centro comercial, Ernesto Riquelme, donde habitaban algunas familias pudientes, Vicuña Mackenna, Goicolea y Galvarino Riveros que llevaba al popular barrio La Vega, todavía entonces un enclave periférico del pueblo.

Las rústicas callejas no contaban con luz eléctrica y por las noches algunos huérfanos faroles a parafina iluminaban el frontis de escasas viviendas.

La vieja ciudad de madera de comienzos del siglo XX, se entibiaba en fogones, cocinas a leña y braseros; se iluminaba con velas y chonchones a parafina, elementos fundamentales para la vida cotidiana, pero que también eran los generadores de incendios.

Esa ciudad- con sus edificios: La Municipalidad, escuela, cárcel, iglesia, dispensaría, veintena de tiendas, seis establecimientos industriales, sus mueblerías, zapaterías, hoteles, carnicerías, sastrerías, cervecerías, botica y medio centenar de baratillos- es la ciudad que a partir de 1902 ve accionar en sus calles y plazas a un hombre nuevo, que llegaba para quedarse en el tiempo: el Bombero Voluntario.
El futuro bombero que vive y comparte con esta ciudad, nacido la más de las veces del seno de las familias calbucanas, surge a través de la institución como individuo puesto al servicio solidario de proteger a los ciudadanos y sus bienes materiales de la acción devastadora de los incendios. Y a lo largo de los 100 años de existencia del cuerpo bomberil calbucano sus integrantes se renovarán una y otra vez, como un tributo de amor a sus conciudadanos.

Cien años han transcurrido desde aquellos días primeros. La ciudad es otra: se ha poblado de nuevos estímulos, se ha llenado de ruidos y anacronismos; se nos va de la retina invadida por realidades habitadas en otras latitudes y que buscamos remedar. Las instituciones ciudadanas positivas parecen ser replegadas o tal vez nos hemos acostumbrado tanto a su presencia que olvidamos valorar. Vaya con esto mi reflexión.
El Cuerpo de bomberos de Calbuco que hoy cumple 100 años de existencia, tiene legado de tradición: Gran parte de lo más granado de los hombres de la ciudad ha transitado por sus filas y se ha nutrido de su tradición ya centenaria. Así ha sido en toda época y sus más de cien integrantes de hoy, son los legítimos herederos de aquellos bomberos voluntarios del período heroico.
Cada voluntario de hoy es el continuador de aquellos antiguos bomberos, ataviados con los cascos alemanes del ejército chileno que al repiquetear agitado de la pequeña campana de la guardia de policía de la cárcel y a los gritos de ¡incendio! Cogían los carros de los antiguos bombines y los conducían a brazos traqueteando por entre las grandes piedras e irregularidades de las calles isleñas, mientras desplegaban mangueras, escaleras, lanzaban cordeles, garfios, hundían el chorizo en algún pozo ex profeso y la cuadrilla de bomberos ubicados a ambos lados de los mangos de madera del bombín subía y bajaba los brazos alternadamente produciendo la presión de agua para proyectarla desde el pitón con fuerza hacia el foco amagado.Desde lo más hondo de nuestros corazones calbucanos saludamos a esta institución centenaria y con nuestra discreta condición de constructores de la historia calbucana, nos arrogamos la representación de sus habitantes para desear a sus integrantes un progreso cada vez más creciente para el distinguido Cuerpo de Bomberos de Calbuco.