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sábado, noviembre 22, 2008

CENTROS DE DEVOCION Y SANTEROS DE CALBUCO EN 1858

CENTROS DE DEVOCION Y SANTEROS DE CALBUCO. 1858


JOSE D. MANSILLA ALMONACID

Foto: Imagen de Maria Guia. Capilla de San Rafael.
Fotografía de D. I. Vázquez de Acuña

Por orden superior, los subdelegados del Departamento de Carelmapu [Calbuco] – entre ellos Don Pedro Aguilar- oficiaron a los Inspectores de su jurisdicción para que le remitieran noticias sobre el estado de las capillas de sus distritos.

De estas comunicaciones dirigidas a Aguilar que se conservan, encontramos noticias de los edificios destinados al culto, los cementerios, las imágenes que adornaban las capillas y como valioso aporte el nombre de un imagenero local o escultor de santos del archipiélago. El catastro, muy incompleto por cierto, es interesante pues exceptuando el nombre de Antonio Toro, nombrado por Isabel Cruz de Amenábar en el prólogo de Santería de Chiloé de D. Isidoro Vasquez de Acuña1 se desconoce las identidades de la gran mayoría de estos anónimos escultores santeros en Chiloé histórico.

Centros de Devocion (Preliminar) 1858

La situación de las capillas encuestadas es como sigue:

1.- Capilla de Abtao:
Construida en 1826. Advocación: Imagen de Nuestra Señora del Rosario. El edificio tenia 24 metros de largo por 12 metros de ancho. En 1858 el Inspector del Distrito consideraba que se encontraba en buen estado, Tenía un pequeño cementerio de 25 por 20 metros.

2.- Capilla del Rosario:
La capilla tenía 25 metros de largo por 10,9 metros de ancho. Una sacristía de 3,3 por 2,5 . Poseía 4 santos. Todos tallados en madera, ignorándose su origen y quien los había tallado, El informe dice que se encontraban en buen estado: Una Nuestra Señora del Rosario, una Santa Rosa en bulto, una Nuestra Señora de las Candelarias y un San Miguel en buen estado de rostro 2.
El cementerio tenía 34 metros por 19,2 de ancho y no estaba concluido porque continuamente le estaban robando todas las estacas. Tampoco estaba bendecido. El Inspector del distrito que levantó la información fue don Bentura Bargas.

3.- Capilla de San Agustín:
La capilla tenía 21,7 metros de largo y 5.metros de ancho, a su largo habia que sumarle los 3,8.metros que ocupaba la sacristía. Tenía 5 santos: Una virgen que estaba en el altar. Una imagen de Nuestra Señora del Carmen, un Santo Cristo, un San Francisco y un San Miguel. Estas cuatro imágenes había sido fabricadas en 1840 por Don Mariano Arrisaga y se encontraban en buen estado, según lo informado por el Inspector don Bentura Villanueva.

4.-Capilla de Guar [¿Alfaro?]:
La iglesia tenía 36 metros de largo, 16 metros de ancho y 7,5 metros de alto. La sacristía 7,5 metros por 3,3 .metros. El cementerio era un cuadrado de 21 metros por 21 metros, cercado con un vallado de 3,3 metros de alto. Tenia 9 santos. La imagen mas antigua: La de nuestra señora. Se recordaba su existencia desde 1788, tenía a saber 70 años. También se reconoce la antigüedad de los santos San Francisco, 40 años; San Antonio, 40 años; San Miguel, 30 años; Nuestra Señora del Carmen 30 años; Nuestra Señora de Dolores, 13 años; Nuestra Señora del Pilar, 12 años. El informe fue del Inspector don Basilio Alvarado

5.-Capilla de Quetrulauquen:
La capilla tenía 24,2.metros de largo, 10 metros de ancho. La sacristía media 5,8 por 2,5 En su interior tenía 4 altares: El Mayor y tres en el cuerpo de la capilla. Poseía 12 imágenes: 6 vírgenes y 6 santos:
Las Vírgenes eran todas de madera: Dos fabricadas en Santiago y las otras cuatro en Ancud, de la escuela de santería chilota.
-Una nuestra Señora del Tránsito traída por D. Tomás Godoy en 1840
-Una Nuestra Señora de Purísima traída en 1838 por José Antonio Olavarría
Procedentes de Ancud eran:
-Nuestra Señora de la Candelaria, traída por Bernardo Maldonado en 1834
-Otra Imagen de Nuestra Señora de la Candelaria traída por Miguel Olavarría en 1838
-Nuestra Señora de Mercedes Traída por D. José Maria Soto.
-Nuestra Señora de Dolores traída por Agustín Almonacid en 1842
Los santos traídos desde Santiago fueron:
-Un Santo Cristo, traído por Eleuterio Maldonado en 1844
-Un San Juan traído por José María Olavarría en 1841
-Un San José traído por Maria Maldonado en 1842
Procedentes de la Santería de Ancud:
-Un San Antonio, traído por Santiago Olavarría en 1835
-Un San Juan traído por Francisco González en 1842
-Un San José traído por José Chávez en 1839.
El completo informe fue elaborado por el Inspector don Pedro Ma Olavarría.

Esta imágenes alimentaron la devoción de los fieles por siglos, presidiendo las eucaristías, los novenarios, las procesiones, las fiestas patronales.

Se constata que varias de estas imágenes pertenecían a la manifestación artística que el historiador D. Isidoro Vasquez de Acuña ha señalado como Escuela Hispano-Chilota de Santería, porque fueron realizadas por artífices chilotes.

Según el notable historiador citado, esta escuela de santería se desarrolló hasta mediados del siglo XIX cuando “los prelados emprendieron drásticas campañas” para terminar con las imágenes chilotes y reemplazarlos por la estatuaria de yeso conocida como Saint Sulpice, de factura seriada, poses almibaradas y más baratas.

La arremetida contra las imágenes de factura local se comprueba también porque en el Sínodo Diocesano de 1851 celebrado en Ancud se reglamenta sobre la vestimenta de imágenes y se ordena a los párrocos que no expongan al culto público “imágenes indecentes, imperfectas o defectuosas y que en adelante se sustituyen por otros”.

Francisco Cavada, el autor de Chiloé y los Chilotes describe que existían numerosos santeros que surtían a las capillas rurales con imágenes deformes y risibles. Y agregaba, que los obispos habán emprendido campañas para terminar con los iconos sagrados de procedencia chilote y “reemplazarlas por imágenes piadosas”

El obispo D. Ramón Angel Jara fué uno de los propiciadores del reemplazo de estas imágenes.
De igual modo ocurrió en el archipiélago calbucano cuando se creó el Obispado de Puerto Montt en 1939. Para el obispo D. Ramón Munita estas imágenes no eran de su gusto; en mas de una ocasión manifestó “que feos eran estos santos”3, y procedió a cambiarlas por rubias imágenes de yeso. También se reemplazaron los centenarios objetos utilizados para la liturgia por hojalatería más vistosa que los oscuros copones de plata.

Gracias a la tenacidad de los isleños que defendieron “la posesión de estas imágenes que, como herencia de sus antepasados” fueron preservadas en buen número y nos permiten visualizar este valioso aspecto de la cultura chiloense.

El texto de D. Isidoro Vázquez de Acuña Santería de Chiloé contiene un catastro de las imágenes que se conservan en el área de Chiloé Histórico.

Las imágenes catastradas por el autor en las capillas del archipiélago de Calbuco son:

Capilla de Alfaro: 1 crucifijo, Altura (A) 50 ctms, imagen de bulto; 1 Nuestra Señora del Rosario A: 92 cmts, imagen de vestir de candelero, cabeza de madera policromada; 1 Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, imagen de bulto, talla completa de ciprés.
Capilla de Chidhuapi: 1 crucifijo A: 32 ctms, imagen de bulto; 1 Nuestra Señora del Carmen A: 71 cmts, imagen de vestir de candelero; 1 Nuestra Señora del Rosario, imagen de vestir de cadelero con cabeza de madera policromada.
Capilla de Llaicha: 1 Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, imagen de talla
esquemática.
Capilla de Máchil:
1 Nuestra Señora de los Dolores A: 121 cmts, imagen de vestir de candelero con cabeza de madera policromada.
Capilla de San Antonio: 1 San Antonio de Padua, imagen de vestir de candelero con cabeza y manos policromadas
Capilla de San José: 1 crucifijo, imagen de bulto de talla completa encarnada y policromada; 1 Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción A: 75 cmts, imagen de vestir con cabeza de madera policromada; 1 santa no identificada de talla completa.
Capilla de San Rafael: Maria Guía A: 76 cmts, imagen de talla completa,; Nuestra Señora del Pilar, imagen de vestir con cabeza y manos encarnadas policromadas; 1 San Rafael Arcángel a: 63 cmts, imagen de bulto y talla completa con cabeza y manos de madera encarnadas y policromadas.
Capilla San Ramón: sin catastrar.
Capilla Tres Torres (Quetrulauquen): 1 nuestra Señora del Tránsito, imagen vestida semiyacente de candelero
4.

Según el completo informe de Pedro Maria Olavarría de 1858, esta imagen fué traída desde Santiago en 1840 por D. Tomás Godoy. Por lo tanto no pertenecería a la escuela chilote de santería. D. Isidoro Vasquez de Acuña manifiesta que “la cabeza y las manos son encarnadas y barnizadas al estilo de Quito”. Por lo que es posible que haya sido fabricada en la Capital de Chile por los santeros procedentes de Quito que se instalaron en Santiago en la primera mitad del siglo XIX.

La Parroquia San Miguel de Calbuco. Notas

La Parroquia San Miguel fué erigida probablemente en 1620, durante la visita pastoral del obispo D. Jerónimo de Oré con la advocación de San Miguel Arcángel, nombre con el cual se había fundado el fuerte en mayo de 1603 por Francisco Hernández Ortiz-Pizarro.

En 1793 la iglesia era “una casa que hace de iglesia, con dos puertas y cuatro ventanas, y en el cuerpo de ella; dos pilas, una bautismal y otra de agua bendita, dos confesionarios servibles.... una torre, vieja de cuatro palos, techada con paja, con dos campanas, una nueva y otra vieja, y un agujero de donde pende el badajo. Una casa de alerce de mas de cien años para guardar vela y otros instrumentos”...

...”Las imágenes que estaban en el Altar Mayor en 1793: Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora del Rosario, un San Francisco, Nuestra Señora de Guía; en el centro del Altar un Santo Cristo, un Jesús Nazareno de una vara de alto y en un nicho grande de madera la imagen de El Principe de San Miguel con su alfange y peso de balanza de plata”5.

En 1837 las imagenes que poseía para el culto eran:

-Nuestra Señora de Guía, con su corona de plata dorada. Hoy se puede ver esta imagen en la Capilla de San Rafael.
-Un niño [Dios] con su corona de plata dorada
-Una imagen de Nuestra Señora de Mercedes
-Una imagen de Nuestra Señora del Rosario
-Dos Santos Cristos de bulto
-Un Santo Cristo mediano
-Un Jesus Nazareno de una vara de alto

-Con relación al santo titular de la parroquia se constata que en 1837 tiene una espada de puño de plata. La espada actual tiene la inscripción Ejército de Chile, por lo cual estimamos que este anacronismo fué colocado entre 1826-1836 o más probablemente en 1866, cuando la iglesia fué utilizada como cuartel para los batallones venidos del norte durante la Guerra contra España.
La antigua iglesia que se encontraba en ruinas, en 1850 se estaba levantando una nueva “desde los cimientos, pero aún le faltaban los forros de la parte interior. Tenía tres naves y la suficiente capacidad para los fieles que concurrían en los dias de mayor solemnidad.”6

Mariano Arrisaga, un santero calbucano

Decíamos atrás que se desconocen las identidades de los escultores santeros de Chiloé histórico. Ya djimos más atrás que la historiadora del Arte doña Isabel Cruz de Amenábar en el prólogo del libro Santeria de Chiloé cita el nombre de Antonio Toro, único imaginero que se conocía hasta ahora. En el documento que hemos tenido en vista se señala que cuatro imágenes de la Capilla de San Agustín fueron fabricadas por Mariano Arrisaga. El calbucano Arrisaga, es entonces, uno de esos últimos imagineros que como testimonio de fé vívida y en forma netamente artesanal, quizás autodidacta, a mediados del siglo XIX aún desbastan la madera del ciprés, el notro, el avellano, para dar forma, con rústicas herramientas: cuchillos, cortaplumas, modestas gubias y usando técnicas tradicionales heredadas de sus antepasados, tallaron narices, manos, pintaron ojos y sonrisas sin edad para dar forma a esas imágenes a quienes nuestros antepasados prodigaron su fé y sus esperanzas.

Estas imágenes, hoy patrimonio cultural invaluable, -porque fueron hechas por personas imbuidas de una gran devoción- fueron eficaces instrumentos para el adoctrinamiento cristiano.
Algunas de estas imágenes de candelero se pueden encontrar en el Museo Municipal de Calbuco. En el año 2001, el Director de dicho museo obtuvo del cura párroco calbucano el préstamo en comodato de estas imágenes que estaban arrumbadas en la iglesia, las cuales hizo restaurar y que pude observar en casa del director con motivo de una citación a reunión de la inoperante Filial San Miguel de Calbuco de la Sociedad de Historia y Geografía de Chile7.

Las pocas imágenes que aún quedan en los modestos altares de las parroquias calbucanas; similares a las que se exhiben en el Museo Municipal, acompañaron a los fieles en las súplicas, en las procesiones. Son testimonios de actos de fé y también sinceras obras de arte.
***
NOTAS

1Isidoro Vázquez de Acuña: Santería de Chiloé 1994 pp. 11

2 Se constata que la capilla, la advocación a la Virgen del Rosario y el nombre del lugar existen mucho antes que la llegada de la familia de origen francés Solminiach al lugar, a quienes se le han atribuido erróneamente estos creacionismos; no considerando el nombre que deriva del bajío cercano topografiado por el piloto don José de Moraleda en el siglo XVIII.

3Testimonio de un antiguo sacerdote de la Parroquia San Miguel de Calbuco. Conversación privada.

4 I. Vázquez de Acuña: Santería de Chiloé pp. 87-151 (Extractado)

5 Cuadernos de Caicaén Nº4 Calbuco 1995 pp. 53 y ss.
6Vázquez de Acuña. Op. Cit. pp. 72

7 Digo inoperante por cuanto en dos ocasiones viajé con mi esposa más de 2800 kilómetros para asistir a las reuniones de esa organización, por el cariño y respeto que tengo por Calbuco y su gente -la Patria Verde de mi Infancia-; en las cuales a la primera reunión constitutiva me citaron a las 17:00 horas, pero la reunión empezó a las 16:00; la segunda citación era a las 13:00 de un sábado, pero se efectuó a las 11:00 porque uno de los integrantes tenía un almuerzo en La Vega al mediodía (a cuatro cuadras de distancia contra los casi 3.000 kilómetros que debí recorrer). La tercera se hizo un día viernes a las 17:00 horas y desistí asistir y marginarme por mi propio respeto.

domingo, noviembre 16, 2008

HUELLAS DE LA EVANGELIZACION JESUITA EN CALBUCO



HUELLAS DE LA EVANGELIZACION JESUITA EN CALBUCO

Muy tempranamente, -luego de autorizados a pasar a Chile en el siglo XVI–encontramos a los sacerdotes jesuitas actuar como misioneros en el archipiélago de Calbuco.

Dieciocho años después que el rey Felipe II, dispusiera el 12 de septiembre de 1590, que se dejase venir a las provincias de Chile a Religiosos de la Compañía [de Jesús] que venían “a entender de la conversión y doctrina de los indios”
[1]; arribaron a Calbuco el padre Melchor Venegas y Juan Bautista Ferrufino.

Recordemos que la avanzada jesuíta, proveniente del Callao, arribó a Chile el 11 de abril de 1593. Fundaron una casa en Santiago y desde allí, salieron a misionar por distintos lugares del territorio. Para el año 1595 el padre Luis de Valdivia llegó a la Isla Grande, hasta el caserío de Castro, entonces una docena de casas techadas de pajizo encontrando una iglesia, un convento de la Merced y dos sacerdotes.

En su afán de extender su labor misionera el Provincial Diego de Torres Bollo “decidió intentar la conquista espiritual de Chile, comenzando por las dos zona mas dificultosas, una por su sempiterno estado de guerra: Arauco, la que cometió bajo la presión de la Corona Española, el P. Luis de Valdivia, y la otra, más alejada, la Isla de Chiloé”
[2].

En octubre de 1508 se embarcaron en Concepción rumbo a Chiloé el padre Melchor Venegas, natural de Santiago y Juan Bautista Ferrufino, quien aún no terminaba sus estudios regulares.

Luego de una detención en la isla Mocha llegaron a Carelmapu en diciembre de 1608 “donde el gobernador de Chiloé D. Tomás de Olavarria, noble vascongado, y los ciento treinta soldados de aquel presidio los recibieron con salvas de artillería y mosquetería, repique de campanas y otras demostraciones de regocijo”
[3].

Un mes permanecieron los jesuitas en el fuerte San Antonio de Carelmapu y luego misionaron en la Isla Grande. En julio de 1608 expedicionaron en las otras islas incluido el Archipiélago de Calbuco

Los jesuitas Melchor Venegas y Juan Bautista Ferrufino abandonaron Chiloé en la víspera de la Navidad de 1609.

Existe testimonio de sus acciones misioneras en el archipiélago calbucano, por las cartas anuas de 1629, 1630, cuyo extracto se encuentra en la Histórica Relación del Reino de Chile de Alonso de Ovalle y que publicamos a continuación:

DE LA ANUA 1629 Y 30
(...)
Dice el superior de aquella misión en un capítulo de una carta, que hablando con un cacique del partido y fuerte de Calbuco y reprendiéndole el poco cuidado que tenían en aprender las cosas de Dios, le respondió con gran sentimiento: "Padre, no te espantes que olvidemos los misterios de la fé, pues entre tanta gente apenas nos cabe oir una sola vez la doctrina cristiana en cincuenta años, y si los españoles las oyen tantas veces y apenas la saben, o a lo menos hacen muchas cosas contrarias a lo que nos enseñas, ¿qué mucho que nosotros, oyéndolas tan a deseo, no las sepamos bien y faltemos muchas veces?. En esta misma carta concluye el padre pidiendo ahincadamente le socorra con sujetos a propósito para llevar tan grande carga: "Plu(g) uiese, dice, a la divina bondad, por la preciosa sangre de Jesucristo, nos aumentes los obreros inconfusibles de la Compañia en esta tierra triste, donde tan extrema necesidad hay de su fervorosa ayuda y en especial en este partido de Calbuco, que es excelente asiento y está en comedio para acudir a los españoles y en especial a los indios, tan faltos de quien se duele de sus pobres almas, enderezándolas al cielo". Confío en la divina providencia ha de socorrer el desamparo desta miserable gente, enviándol(e)s los obreros que les ayuden a conseguir su salvación.

pp. 416a
(...)
En la misión que los padres hicieron a los indios de Calbuco y sus islas, inmediatamente después de aquel espantoso temblor de que ya se ha dado noticia a vuestra paternidad, hallaron a estos indios muy temerosos, sin saber que habían de hacer y en había de parar tanto enojo como a su parecer mostraba Nuestro Señor, y preguntaba (n) a los padres, como a quien lo sabría, si había de salir el mar o abrirse la tierra para tragarlos. Fueles esta buena disposición de notable consuelo y fundaron en ella la (s) esperanzas de muy colmado fruto. Y así, tomando ocasión de lo que ellos decían, se les díó a entender que era castigo de Dios, que justamente estaba enojado por sus pecados y que si no los confesaban los castigaría sin duda con mayor rigor, echando sus almas al infierno. Fue Dios servido que por este medio se cogiese más fruto de esta misión que de muchas que se les han hechos de algunos años a esta parte; porque siendo así que su mayor pecado; y más frecuente, es el común de la torpe comunicación con las mujeres, muchos las dejaron, y los más, casándose con sus amigas, quedaron en buen estado. Todos prometieron de hacer iglesias, en cada isla de suya, y rogaron a los padres que les visitasen frecuentemente, porque sola su vista los consolaba; prometiéronlo así y, por estar ya los indios para salir a una maloca, los despidieron con su bendición.
(...)
Antes que saliesen de Calbuco tuvieron aviso los padres que un indio se moría en la isla más remota, y pedía confesión; fueron allá y halláronle con mala disposición, por tener mal trato con dos mujeres; mas, movido de Dios y de los consejos de los padres, las mandó a llamar y con un despego cristiano las ordenó que luego saliesen de su casa, y suplicó al padre lo ejecutasé; hízose así y con grandes ansias se confesó, y alentándole el padre para morir, paso a su misión dejando en su compañia un capitán español que no se hartaba de contar los fervoroso actos que hizo después que se partieron, pidiendo a Dios misericordia y su amparo a la Virgen Nuestra Señora, y así murió".

pp.426- 427

TOMADO DE: HISTORICA RELACION DEL REINO DE CHILE
por Alonso de Ovalle Roma MDCXVI Publicada por el Instituto de Literatura Chilena 1969




[1] Eduardo Tampe S.J. : La Compañía de Jesús 1993. pp.5
[2] Julio Olavarria Ávila: El primer Gobernador Vasco en Chiloé y los Jesuitas. EN: Cuadernos de Caicaén Nº 4 Calbuco 1995 pp. 39-52
[3] Pedro Lozano: Historia de la Provincia del Paraguay Libro V Capitulo IV Nº 5
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JOSE D. MANSILLA ALMONACID

martes, noviembre 11, 2008

Don JOSE RONDIZZONI: DE WATERLOO A CALBUCO



Don JOSE RONDIZZONI: DE WATERLOO A CALBUCO
En sus más de cuatrocientos años de historia, la ciudad de Calbuco ha sido visitada por exploradores, científicos, viajeros, soldados, religiosos, etc. que han dejado testimonios de su visita a través de cartas, relaciones, memorias, diarios, Estos valiosos datos son parte de las claves esenciales para conocer su historia, interpretarlas para hacer el constructo histórico de la ciudad centenaria. En esta ocasión entregamos un extracto de la Memoria Anual que el General José Rondizzoni envió al Ministerio del Interior en 1854, donde encontramos algunas notas sobre la villa de Calbuco en esa época.
General Jose Rondizzoni
pintura de Gil de Castro

Don JOSE RONDIZZONI: DE WATERLOO A CALBUCO.

En el verano de 1854 desembarca en las playas de La Vega, en Calbuco, un veterano de las guerras europeas: El General de Brigada don José Rondizzoni Cánepa quién participó bajo las órdenes de Napoleón Bonaparte en las principales batallas del gran capitán.

Italiano, nacido en Parma en 1788, ingresó muy joven al ejército francés y se encontró en la batalla de Waterloo entre los vencidos que sucumbieron después de 12 horas de lucha en Haie Sainte, lugar donde se enfrentaron 340.000 hombres, y más de 1.000 cañones en esa cruenta batalla que tuvo un saldo de 62.000 muertos. Funesta noche que significó el ocaso de Napoleón en Europa.

El soldado Rondizzoni emigró a Estados Unidos. Allí conoció a don J. M. Carrera quién lo contrató para servir en Chile con el grado Mayor. Llegó a Chile en 1817. Estuvo en Cancha Rayada, luego en Concepción, y en la Campaña para Liberar al Perú. Vuelto a Chile participó en la Campaña a Chiloé en 1826. Seguidor de Freire fue uno de los perdedores en Lircay y expulsado del ejército.

Emigró a Bolivia, Perú y El Salvador. Regresó a Chile en 1839, siendo reincorporado al ejército y ocupando diferentes cargos militares y administrativos.

En 1853 fue designado Intendente de Chiloé hasta 1855. Es en esa condición que arriba a Calbuco durante la revista general que efectuaba en la provincia a su cargo. Formaba parte del séquito que acompañó al Intendente, el gran educador don José Abelardo Núñez quien por encargo de don Faustino Sarmiento oficiaba de Visitador General de Escuelas en la provincia.

Del resultado de su visita José Rondizzoni elevó una memoria al Ministerio de lo Interior de cuya lectura hemos extraído algunas observaciones referentes a Calbuco en 1854.

NOTAS DE LA VISITA DEL INTENDENTE DE CHILOE A CALBUCO EN 1854
...
Límites, División Política, Extensión i Número de Habitantes.
....
La Provincia de Chiloé [...] Esta dividida en diez departamentos, a saber:
Ancud, Chacao, Dalcahue, Castro; Chonchi, Lemui, Achao, Quenac, Calbuco i Carelmapu.
....
Calbuco: Este departamento puede decirse que forma por sí solo un archipiélago por las muchas islas de que es compuesto. Creada con parte de su territorio la colonia de Llanquihue, ha quedado reducida a una parte de la costa firme i a las islas siguientes: Antao, Tabón, Chidhuapi, Poluque, Quenu, el Fuerte o Calbuco, Guar, San José, Jentil, Lagartija i Queullin. Linda este departamento por el Norte con el territorio de Llanquihue, por el Sur con el golfo de Ancud, por el Este con el Reloncaví i por el Oeste con el departamento de Carelmapu.
Está dividido en cuatro subdelegaciones i veinte distritos, i cuenta 8.482 habitantes correspondiéndole 411 a su cabecera o capital llamada Fuerte de Calbuco.

[Sanidad]
En general puede decirse que en Chiloé no existen enfermedades epidémicas estacionarias ni que tengan un carácter peculiar: solo existen aquellas que son naturales a la especie humana i que si toman un aspecto alarmante a la vez, es debido a la falta de recursos de la mayor parte de los habitantes i a las preocupaciones que los impelen muchas veces a atentar contra su propia existencia, creyendo encontrar en los brebajes que les preparan los machis o curanderos un alivio seguro a sus dolencias cuando solo reciben un veneno que si no les priva de la existencia alguna vez, en muchas ocasiones les acarrea dolores y padecimientos que antes no tuvieron.
Las enfermedades más reinantes son: afecciones al pecho, dolores reumáticos, asma, escrófulas i pulmonía, i en el bajo pueblo la sífilis.
Los malos alimentos, la mala disposición de las habitaciones, los trabajos penosos a que se dedican, lo mucho que se mojan, la escasez de ropa para abrigarse, la falta de medios para curarse, i mas que todo la falta de higiene en todo jénero son, a mi juicio, las causas que motivan las enfermedades de la provincia

Poblaciones
No hai mas que cuatro que son: Ancud, Calbuco, Castro i Maullín.
...
La segunda población que es Calbuco pertenece al departamento de su nombre, ha sufrido también ahora ocho meses los efectos de tan formidable elemento [el fuego, el incendio]; pero ya se han repuesto muchas de sus casas reducidas a cenizas i se tiene la consoladora idea que en uno o dos años más, habrán desaparecido enteramente los vestigios de esta calamidad. A la fecha consta esta población de 100 a 150 casas.
Sensible sobremanera es que las personas que han edificado no hubiesen preferido hacerlo en el lugar llamado La Vega, punto mas adecuado para establecer una población perfectamente delineada sin separarse de una población perfectamente delineada sin separarse de una planicie hermosa que se estiende como seis a ocho cuadras a la orilla del mar. Nada hai que sea desventajoso en este lugar para el fin indicado, i tanto por esto cuanto por que esta a mui corta distancia de la actual población es de esperar que en pocos años se formará en el un caserío que al fin venga a ser el punto principal de la población.

Industria:
La agricultura, el trabajo de la madera i la construcción de embarcaciones forman por ahora la principal industria de esta parte de Chile, i debiendo hablar de cada uno de estos ramos por separado daré principio por el primero.
Puede asentarse sin incurrir en la nota de exagerado que la agricultura en Chiloé está aún en la infancia, que no ha dado un solo paso adelante, i que por consiguiente existen los mismos usos, la misma rutina i los mismos imperfectos instrumentos de los tiempos más remotos.
El conocimiento que es necesario tener para dar impulso i vida a un trabajo en que debe fundarse casi el todo de la riqueza i bienestar futuros de estos lugares está mui lejos de estos pobres moradores que siguiendo, como se ha dicho, una mera rutina no pueden dejar hasta ahora el gualato i las lumas para emplear el arado; de cuyo instrumento, ventajas que reporta i facilidad para manejarlo serán mui pocos i aun raros los que tengan una exacta i verdadera idea.
Sin admirarse i sin compadecerse al mismo tiempo del hijo de Chiloé, nadie puede verlo rompiendo la tierra con sus propias fuerzas i levantando pedazos de ella de tres i cuatro cuartas de largo i una tercia de ancho.
Esta operación que es una de las que entran en el método de su labranza se hace para la siembra de papas, despues de haber horadado con el gualato todo el terreno en donde estas son colocadas: es dura i peligrosa a la vez por cuanto para ejecutarla se valen los hombres de las enunciadas lumas, que son de dos i media varas de largo i de seis a ocho pulgadas de grueso, apoyándolas en el estómago i dándoles con esta parte del cuerpo un violento empuje hasta hacerlos penetrar lo bastante para arrancar el césped del tamaño indicado. Llámense así porque se trabajan de la madera de este nombre.
...
[Producción Maderera]
El trabajo de la madera es el ramo que da vida i altas esperanzas de engrandecimiento al comercio de Chiloé, i sin él este sería pobre e insignificante.
Cada día va siendo mayor el número de brazos que se emplean en él i hai departamento, Calbuco por ejemplo, en que la concurrencia a las cordilleras por dos o tres veces al año es un precepto para sus habitantes que abandonan sus hogares i encargan sus pocos rurales a manos femeniles para no infringirlo, llevando consigo a sus pequeños hijos para sacar provecho de sus débiles fuerzas i para que se vayan acostumbrando a trepar las cordilleras i a mirar sin espanto i sin ningún temor los riesgos i dificultades que hai que vencer para labrar el alerce i el ciprés i conducirlo después a las playas.
General es, a no dudarlo, en la provincia el trabajo de la madera, pero se nota que hai departamentos en donde descuella más esta ocupación. En primera línea está Calbuco i le siguen Quenac, Carelmapu, Chonchi i Lemui, señalándose el primero por dar la preferencia a las tablas de alerce, el segundo por los tablones de id.; el tercero por las viguetas de id., i el cuarto i quinto por las madrinas de ciprés i tablones de ral ral.

Construcción de Embarcaciones
Este ramo de industria hace rápidos progresos: 8 o 10 años atrás no se conocían otras embarcaciones que las llamadas piraguas, cosidas con un Yerba semejante al esparto, nombrada quilineja o cuando más clavadas con clavos de madera. Su forma era igual a la de las chalupas i su tamaño algo más grande que estos. Su velamen se componía de cuatro o seis frazadas de todos colores que se unían por medio de agujas de quila al tiempo de navegar, i por amarras una soga de la misma quilineja i una piedra colocada entre dos palos semicirculares i cruzados a que dan el nombre de sacho.
En el día han desaparecido tales piraguas i en su lugar solo se ven surcar los canales de la provincia por hermosas lanchas balandras i goletas de segura i buena construcción. Sus útiles y amarras no discrepan en nada a las que usan las naves de grande calado; i si todavía existen en los departamentos del interior embarcaciones inferiores a las mencionadas, ellas con todo son incomparablemente mejores que las extinguidas piraguas.
...
Municipalidades
Hai diez en la provincia a lo que es lo mismo una en cada departamento, pero exceptuando la de Ancud, todos los demás son nominales, porque están lejos todavía d ejercer la acción benéfica que la lei les da en razón de no contar con otras entradas que las pequeñas i eventuales multas de policía que hacen exhibir los funcionarios públicos.
A esta causa, sin duda, débese atribuir el abandono que noté en la mayor parte de ellas en el acto de la visita, abandono que por algunas se llevaba hasta el estremo de no asentar sus acuerdos ni conservar un solo papel, ni menos llevar un libro de entradas i gastos.
Admirado de este estado de cosas, proveniente de la poca idoneidad de la mayor parte de sus miembros, principié porque cada ayuntamiento nombrase un secretario i tesorero i porque formase los libros necesarios para dejar constancia de sus deliberaciones i para apuntar las entradas i salidas aunque fuesen de un solo real, dándole instrucciones claras i terminantes sobre el modo de proceder i algunas reglas jenerales sobre sus importantes atribuciones i dejando al Gobernador al tiempo de separarme una orden por escrito para que de tres en tres meses pase el tesorero una razón de ingresos i egresos a fin de que se verse en este trabajo tan ensicillo i quede en aptitud de rendir la cuenta jeneral al fin del año, como está ordenado por disposiciones supremas.
Me complazco del efecto que ha surtido dicha orden, pues ya se han recibido de casi todos los departamentos la primera razón, correspondiente al primer trimestre del corriente año.
Los fondos disponibles con que cuenta en el día cada una de las municipalidades del interior son:
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Calbuco 232 pesos 37½ cts.
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En Calbuco existe de algunos años a esta parte la contribución de serenos sin que está aprobado por el Supremo ni sujeta a ningún reglamento: produce doce o quince pesos mensuales i se invierten en el pago de un sereno con tres o cuatro pesos de diferencia a favor de los fondos; i como no puede subsistir así dicha contribución, he dado ya instrucciones claras i terminantes al respectivo Gobernador para que a la mayor brevedad posible, acuerde la Municipalidad el Reglamento que convenga, según las circunstancias especiales de dicho lugar i lo remita a esta Intendencia para elevarla a ese Ministerio i recabar la sanción que corresponde.
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Cárcel de Calbuco
Es de 40 varas de largo i 9 de ancho, tiene cuatro departamentos, uno para la guardia, otro para la cárcel de hombres, otro para prisión de mujeres i otro para el despacho del Juez de primera instancia.
Todos los mencionados edificios que llevan el nombre de cárcel, han sido trabajados a espesas de los mismos habitantes, con excepción del de Chaco, que, como se ha dicho, lo ha costeado el Supremo Gobierno, invirtiendo solo trescientos pesos, bien entendido que los vecinos prestaron su cooperación, pues de otro modo no habría sido suficiente tan reducida suma.
Los reos permanecen en ellos por solo el tiempo que dura la secuela de sus causas, i una vez sentenciados estos vienen a la de esta ciudad en donde no es fácil su evasión i en donde no hai cantidad limitada, como sucede en los demás departamentos, para los gastos de su mantención.
Mientras permanecen en la de su respectivo departamento, se les asiste con tres cuartillos de real al día para su sostén, cuyo abono se les hace de tres años a esta parte para evitar que, como sucedía jeneralmente salgan fuera a trabajar como individuos particulares i obtener así el alimento que no pueden recibir de sus familias por la excesiva distancia o por la mucha pobreza. El Supremo Gobierno decreta parcialmente cantidades para este fin, cuyo gasto al año no excede de cuatrocientos pesos. Es de advertir que cuando la condena de los reos no pasa de un mes, quedan en la cárcel de su departamento hasta cumplir su término.
Esta medida ha sido tomada para no dar lugar de fuga a los criminales, la que podrían efectuar a toda hora i sin dificultad ninguna; para que alcance la suma detenida a su mantención i para que no pasen su tiempo de condena en la ociosidad, como sucedía en casi todos los departamentos por no haber trabajos públicos en que ocuparlos. El número de presos, término medio en cada cárcel, es de tres a cuatro diario.
No teniendo las Municipalidades como atender a la mejora i reparación de las precitadas cárceles, i no siendo justo que estos trabajos sigan gravitando sobre los pobres habitantes de las mismas localidades, veo que es necesario se destine del tesoro público una suma para este objeto.
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Culto
La administración eclesiástica de la provincia corre a cargo de un obispado i diez curatos. La estención i nombre de éstos es igual a los de los departamentos.
El número de capillas que tiene cada curato, a mas de la iglesia parroquial se manifiesta en el cuadro siguiente:

Curatos i capillas
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Calbuco: San Rafael, El Rosario; San Agustín, Guar; San Ramón, Máchil, Chope, Llaicha; Chidhuapi, Quenu, Tabón, Autao, Penque, San Antonio, San José, Caicaén, Challagüé, Quetrolauquén.
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Tan crecido número de iglesias levantadas por los mismos fieles revela, no obstante su construcción humilde i miserable la piedad de ellos i el grande interés que toman por los usos i prácticas de nuestra religión. En este orden reina en el corazón de todos ellos el jermen de una semilla preciosa que cultivada con esmero i cerca del obrero daría frutos los más abundantes ; pero como por desgracia existen todavía inconvenientes graves que se oponen a que se difunda la instrucción religiosa por todos los ámbitos de la provincia, resulta que la mayor parte de sus habitantes están sumidos en la ignorancia i en la posesión de creencias absurdas i supersticiosas, groseras y bárbaras, propias de la jentilidad antigua.
Para ninguna de las iglesias de que he hecho mérito, ha habido ni hay planos, presupesto ni ningún trabajo preparatorio para la construcción de ellas.
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Cementerios
Los hai, con una sola excepción, en todas las parroquias i capillas, i aun cuando los de estos últimos no pasa de ser un corral propiamente dicho, sin embargo, son de bastante conveniencia e importancia porque llenan perfectamente su objeto.
La construcción de cada uno se reduce a un cerco de madrinas, lumas o guiones, i tanto este material como la obra corre de cuenta de los vecinos, que con la mayor voluntad del mundo contribuyen, lo mismo que para la fábrica de sus capillas, unos con el contijente de maderas o especies que puedan servir para el mismo fin i otros con su trabajo personal.
Los cementerios de las parroquias contienen un espacio de terreno mucho mayor que el de los que acabo de mencionar i se conserva siempre en mejor estado. Algunos están rodeados de un tabique de tres varas de alto, pero es más jeneral el cerco que queda ya espresado.
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Puerto, astilleros i otros datos análogos.
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Estado de los puertos subalternos
El estado de los puertos de Calbuco, Castro i Chacao, que son los tres únicos habilitados para el comercio esterior, es digno de todo elogio i de cuanta recomendación se puede dar. En estos puertos sería conveniente se nombrasen subdelegados marítimos para que llevasen la estadística del movimiento i cuidasen del buen orden i arreglo.
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Importancia de cada Puerto
El puerto de Ancud es el más importante de la provincia, habiendo siempre en la bahía por término medio: diez buques cargando maderas, treinta barquichuelos ocupados en el tráfico i una multitud de embarcaciones menores. Después siguense los puertos de Calbuco, Castro, Chonchi, Maullìn, Lemui, Dalcahue, Achao, Quenac i Chacao. Siendo el primero el que esporta toda la tabla de alerce i el segundo una gran cantidad de papas, jamones, tisa i la mui apreciable i lucida madera de ral ral.
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Ramo de Fábrica
De todas las parroquias no se me ha pasado todavía dicha razón, pero como la tengo de la mayor parte de ellas i es corta la diferencia que hai entre las entradas de unas y otras, creo a propósito manifestar el valor de los recibidos en 1853
Departamentos Parroquias Valores
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Calbuco Calbuco 351
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Sorprendente es, a primera vista, la pequeñez de la entrada de dicho ramo, pero si se entiende a que una gran parte de los habitantes de Chiloé son agraciados por su conocida pobreza con la exención del derecho, se vendrá en conocimiento que no hai motivo para tal sorpresa.

Instrucción Primaria
Las escuelas fiscales están desempeñadas por preceptores que a su buena capacidad reúnen moralidad i buenas costumbres. Cuatro de estos son alumnos examinados de la Normal, i los demás son jóvenes aprovechados que han hecho sus estudios en las escuelas fiscales de Ancud. Los progresos que he notado en estas escuelas en los ramos de escritura i contabilidad son dignos de particulares elogios. No me imaginaba que en una provincia tan distante i sobre la cual hai ideas poco favorables en la capital respecto de su instrucción hubiese escuelas como las que he encontrado. En la mayor parte de ellas se llevan rejistros en que se matriculan los alumnos i se apuntan diariamente las faltas de asistencia a la escuela. Los locales en que funcionan son costeados i refaccionados periódicamente por los vecinos de las localidades respectivas; ellos también proporcionan los útiles, poniendo unos la madera i otros el trabajo personal para construirlas.
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El departamento de Calbuco que es el que tiene mas escuelas particulares es el único que menos obra en este sentido, porque todo él, sin exceptuar niños de doce años para arriba, está entregado al trabajo de las tablas de alerce i otras piezas, de suerte que sus escuelas quedan desiertas por lo menos dos veces al año.

La falta de escuelas en algunos lugares de grande población, la de ayudantes para varias de las existentes i el pequeño sueldo que gozan la mayor parte de los preceptores, son las necesidades que más se hacen sentir en el día i los que por consiguiente exigen con preferencia la atención de la supremacía. Sin dejar de dirijirme al Ministro respectivo sobre el particular, creo del caso proponer aquí los lugares, escuelas i preceptores que se hallan en el caso indicado a fin de que tenga V.S. el debido conocimiento e influya por su parte en el ánimo del Supremo Gobierno a que aplique el remedio que exijen dichas necesidades.
No he hecho mención en el capítulo que precede de la escuela de niñas establecida en el departamento de Calbuco por hablar de ella por separado. En el día se tiene cerrada i sin esperanza de volverla a abrir por no haber ninguna persona competente que quiera ponerse a su frente por el reducido sueldo de 444 pesos; i aún cuando la Municipalidad se había obligado a contribuir de sus escasos fondos con 3 a 4 pesos al mes, han sido infructuosas las diligencias que se han hecho para encontrarla. Es pues indispensable dotar esta escuela con la misma renta que la de los hombres, esto es, con 150 pesos al año, i solo así podré haber quien se resuelva a desempeñarla. U.S. sabe que Calbuco es después de Ancud la primera población de Chiloé i esto es bastante para inferir cuan necesaria es la referida escuela.
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Policía.
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En los demás departamentos de la provincia se desconoce la importante institución de serenos i vijilantes i salvo en el de Calbuco hai uno de los primeros que pronto dejara de ser único, pues reglamentándose como se debe la contribución de serenos que hai en dicho punto, producirá lo bastante para costear uno o dos mas. En los otros departamentos no hai mas policía que la que pueden ejercer los subdelegados e inspectores con arreglo a sus atribuciones, valiéndose para hacerse respetar i hacer cumplir las disposiciones i decretos anexos a este ramo de los soldados cívicos que entran de guardia.
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Alumbrado Publico
Existían faroles que se encendía en las noches "que no son de luna". Se apagaban por los fuertes y tenaces vientos que reinaban, los que penetrando por los intercisios de los faroles los apagaban. "Los vecinos colocan uno en la puerta principal de sus casas con la misma interrupción de las noches ventosas"

Caminos
A fines de 1852 se habían compuesto todos los caminos que servían de comunicación de los departamentos.
A mas de la reparación del Caicumeo i de los otros caminos vecinales i departamentales se ha compuesto por los individuos de Calbuco el de Melipulli, que conduce al territorio de Llanquihue, construyéndose puentes en todos los lugares donde había necesidad de ellos.

Guardia Cívica.
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La fuerza de los batallones de Calbuco es calculada porque parte de sus individuos han pasado a ser residentes del territorio de Llanquihue, i como esta circunstancia ha traído el desarreglo de dichos cuerpos, el Supremo Gobierno ha tenido a bien ordenar su disolución i nueva organización, para lo cual se ha nombrado ya un oficial del ejército bastante conocedor de estos lugares
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Guardias departamentales:
En cada departamento hai una guardia compuesta de un cabo i tres soldados cívicos que sirven para custodiar los presos de la cárcel, para correos, ajentes de policía i otros muchas y frecuentes ocupaciones públicas que reciben de los funcionarios respectivos, quienes para espedirse i hacer cumplir sus determinaciones tienen precisamente que valerse de ellos por falta de jendarmes u otro empleado equivalente. Siendo pues tan variadas las obligaciones que pesan sobre los individuos que cubren dichas guardias, los cuales se relevan de ocho en ocho días por no ser posible hacerlo cada veinticuatro horas, U.S. conocerá que es insuficiente su número para tantas exijencias del servicio; i en esta virtud creo de absoluta necesidad que por lo menos se compongan de cuatro soldados i un cabo, debiendo hacer presente que esta dotación es la que les dio el decreto de creación en 1843 o 1844, i que de dos años a esta parte se les ha suprimido un individuo.
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Recopilación: JOSE D. MANSILLA ALMONACID