Foto: Manuel Lopez
Algunos años atrás el bien querido sacerdote don Antonio van Kessel, nos contaba que cuando arribó a Calbuco, traía entre sus vituallas una pequeña filmadora de cine de 8 mm., con la cual hizo algunas tomas del pueblo y sus alrededores; también algunas ocasiones festivas. El trabajo de las obreras en las fábricas de conservas, etc. La película, nos dijo el padre Antonio la envió a su congregación en Holanda donde es posible que este film se encuentre. También algunos antiguos vecinos recuerdan que el sacerdote “Hermano Canisio” filmaba escenas en la calle y alguna vez por lo menos exhibió sus películas mudas en el Cuartel de Bombas de la 1ª Compañía de Bomberos de La Vega.
Estos serían los primeros documentales sobre Calbuco del cual tenemos noticias ciertas y marcarían el inicio de los fotogramas de la memoria audiovisual de Calbuco. También es posible que existan algunos cortometrajes tomados por viajeros y turistas que pasaban por Calbuco en los buques de la carrera entre Ancud y Puerto Montt.
Los primeros trabajos audiovisuales sobre Calbuco y hechos por calbucanos están asociados a la aparición de filmadoras de vídeo a partir de los años 1980s. Algunos noveles e intuitivos realizadores como Orlando Márquez y Alejandro Vivar incursionaron en el tema de las fiestas religiosas de Calbuco. Existen trabajos realizados por Manuel López y otros de índole periodística; y un enorme repositorio en TVCal. Los temas y tomas realizados por Alberto Vásquez y J. Octavio Soto son un material digno de revisarse y aprovecharse para cualquier edición sobre Calbuco; dejando en claro que es un material de propiedad privada.
Todos estos filmes y videografías deberían ser catastrados, catalogados, conservados y depositados en algún lugar de fácil acceso, consulta y exhibición; porque ya es tiempo que los objetos y documentos que son la memoria del pueblo dejen de estar secuestrados en algunos depósitos a veces para lucro personal. Y esto no significa no reconocer autoría y derechos legales, pero hay quienes se han apropiado del patrimonio de Calbucanos incautos .
Estos esbozos, fragmentos de memoria audiovisual tienen su culminación, o mejor dicho, su inicio con la laureada obra PIEDRA SOBRE PIEDRA realizada por el documentalista PAULO VARGAS ALMONACID, que ha alcanzado renombre internacional con este importante documental.
PAULO VARGAS EL REALIZADOR
Paulo Vargas Almonacid, nace en Calbuco en 1975 –época marcada por la fanfarria cuartelera- cuando la libertad iba de huerta en huerta, escondida por los canales de este vasto paisaje entonces prisionero, con el aplauso de tanto cómplice bastardo.
Paulo habitó su infancia y primera adolescencia de juegos, silencios y esperanzas en la caleta La Vega, mítico lugar calbucano, desde donde han surgido hombres de propicioso destinar. Sus primeros balbuceos de letras, cifras e historias las realizó en la sesquicentenaria Escuela llamada hoy Eulogio Goycolea en homenaje al primer poeta calbucano y mártir de la Guerra del Pacífico.
Se empinaba en los 14 años cuando atravesó las puertas del Liceo C-37 Holanda para cursar allí sus estudios secundarios. Los años pasan, egresa del Liceo, se traslada a Valdivia para concretar su vocación: Estudiar Periodismo. Es aceptado en la Universidad Austral de Chile. Desde allí egresa el año2001 y vuelve a la isla, donde estuvo radicado, junto a Yenny Álvarez su esposa y Rayen, la hija de ambos.
En lo personal tengo una deuda muy ìntima para siempre con Paulo. Su señora madre le cerró los ojos a una pariente mía, muerta en el tiempo que yo errabundaba en otro país.
SU OBRA
Tempranamente Paulo Vargas descubre que la Historia es también ver más que leer/ escribir y comienza a utilizar el lenguaje audiovisual en sus creaciones. Su primer documental “23 de agosto de 1984” realizado en Valdivia rescata el caso de 3 ejecutados políticos ocurrido en esa ciudad a manos de la CNI, ese organismo de represión del pueblo trabajador creado por el Estado, cuyos esbirros eran pagados con el producto de nuestro trabajo durante la dictadura de generales, almirantes y empresarios. La obra obtuvo mención honrosa en el 8º Festival de Valdivia de 2001.
En el año 2002, produjo y dirigió el documental “La Ruta de San Miguel de los Indios Caciques”, donde incursionaba en una de las tradiciones estamentales religiosas más arraigadas de la identidad del archipiélago calbucano. La obra obtiene Mención del Jurado en el 3er Festival Nacional del Cortometraje en San Fernando 2002.
Integró la Comisión Municipal de Celebración del Cuarto Centenario de la ciudad de Calbuco. Allí le cupo una activa participación junto al periodista M. A. Calderón en la redacción y edición del texto: “Calbuco. Una Historia de 400 Años”.
Hombre de acción, en el año 2003, Paulo crea el mensuario “El Archipiélago”, un medio periodístico de factura pequeña, pero que se atrevió a instalar transversalmente en el seno de la sociedad calbucana los grandes temas que enfrenta la ciudad y su entorno producto de la depredación de los recursos naturales –que son propiedad de todos- y la expansión habitacional e industrial. Recordamos las ediciones dedicadas al tema de la basura residual y el impacto de la instalación de las salmoneras, con su secuela de explotación de la mano de obra, depredación y degradación ambiental resaltando “el lado oscuro del éxito” empresarial exportador.
El Archipiélago se mantuvo hasta diciembre de 2005. Fue el 2º periódico calbucano desde que desapareciera la imprenta de “El Imparcial” en 1943. Su historia, sus páginas, sus editores y colaboradores bien ameritan una monografía local.
De estos avatares Paulo Vargas se inmersa en la investigación para esta ópera magna: PIEDRA SOBRE PIEDRA.
El documental fue presentado en el Festival Interamericano de Cine de Valparaíso 2006
Obtuvo el Premio al Mejor Documental en el XVI Festival de Cine de Valdivia 2006
Seleccionado para el Festival de Cine de Viña del Mar 2006
Exhibido en la Feria Cultural de Chile en la Universidad Autónoma de Barcelona en octubre de 2006
EL DOCUMENTAL
El documental PIEDRA SOBRE PIEDRA muestra lo que fue la unión de la isla de Calbuco con el continente a través de la construcción de un pretil pedraplenado que permitió una mejor conectividad con el país continental desde la ciudad de Calbuco.
A través de testimonios de los propios agentes locales, autoridades, vecinos, lancheros, balseros; filmados en lugares reales y basado en una historia real, Paulo Vargas va desbrozando con los narradores, las dificultades de la vida isleña, los riesgos de la navegación por los golfos para conducir los alimentos y los insumos a la isla; el sueño de los Calbucanos para tener un puente sobre el estrecho canalizo de Caicaèn y que los uniera al continente para mejorar su calidad de vida y como entre gestión y gestión el Gobierno central impuso una verdadera rendición a las autoridades locales de Calbuco, en la ciudad de Santiago, planteando el señor Ministro de la época que sólo podían construir un pretil de piedras, porque Calbuco era un pueblo chico y el Gobierno no iba a invertir platas cuantiosas en este lugar.
Así comenzó la construcción de una faraónica empresa: Durante años cientos de Calbucanos recorrían las playas de bolones de Calbuco y sus costas aledañas cargando sus botes con piedras, las que iban arrojando una sobre otras en el canal, hasta que un día este pretil emergió de las aguas y pudieron pasar caminando o en vehículo desde Calbuco al continente y viceversa.
Detrás quedaron los balseros cesantes, los largos viajes a Puerto Montt en lancha, el comercio abarató sus costos, la ciudad se llenó de nuevos ruidos, ya no hubo control sobre los visitantes, que antes podían ser escrutados mientras se balseaban a la ciudad.
Sin embargo, producto que se interrumpe el trasvase de las aguas del canal por el flujo de las mareas que traían agua del Golfo oxígeno y nutrientes, las aguas cercanas al pedraplen se contaminan. Esto muestra también el Documental –esta memoria construìda a través del tiempo- que Vargas reconstruye cada vez que se proyecta. Esta representación de la realidad nos relata sin ambigüedades este episodio de “progreso” de Calbuco. Hay también una mirada de nostalgia, pero también de denuncia, de agobio, porque después de casi medio siglo de construido el pedraplen no haya una solución a la contaminación del sector y a una posibilidad de apertura del canal a través de un puente para la navegación de embarcaciones menores.
PAULO VARGAS, no descansa, este fin de semana 19.12.2010, presentará su nueva realización: “NI TODA LA LLUVIA DEL SUR”; un documental basado en una investigación de los sucesos de la masacre de pobladores en la Pampa Irigoin de Puerto Montt, ocurrido durante el gobierno demócrata cristiano de Eduardo Frei Montalva. La cita es a las 19:00 horas en la Casa del Arte Diego Rivera de la ciudad de Puerto Montt.
JOSE D. MANSILLA ALMONACID