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sábado, junio 13, 2009

UN CRUCERO DE ANCUD A MAULLIN EN 1900


DE ANCUD A MAULLIN

En la semana pasada en unos cuantos de esos hermosos días primaverales tan escasos en estas latitudes, nos embarcamos con dirección a Maullín en el pequeño vaporcito denominado El Primer Chilote propiedad del inteligente muy activo comerciante Señor Teodoro Kamann; nuestro objeto era comprobar las condiciones marineras de esta útil embarcación. Soplaba en esos momentos una ligera brisa del Sur, pronto nos separamos del muelle, y con rapidez y casi sin balance emprendimos nuestra ruta.

A pesar de emplearse una presión de 70 libras, el andar de la nave era de unas ocho a diez millas por hora, andar excelente, si se tiene en cuenta la poca fuerza que se desarrolló.

El Primer Chilote es un vaporcito perfectamente construido, con espaciosa cámara y una máquina que puede desarrollar una fuerza de 200 libras y el poder de 62 caballos.

Como remolcador se ha empleado en varias ocasiones, con éxito muy superior al que se esperaba. A las dos y tres cuartos pasábamos la barra de Maullín, y penetrábamos en el hermoso río de su nombre y a las tres desembarcábamos en el puerto habiendo recorrido en tres horas la distancia de Ancud al término de nuestro viaje.

Muy agradable impresión experimentamos los pasajeros, comprendiendo inmediatamente las ventajas que este vaporcito puede reportar al público y al comercio en general, por es causa, seria obra de justicia mereciera la decidida protección del Supremo Gobierno para impulsar de este modo la iniciativa personal.

Los visitantes a la virgen de Carelmapu, podrán hacerlo de hoy en adelante con toda facilidad y sin riesgos, evitándose los peligros, inherentes a las fuertes marejadas que dominan por lo general en las épocas de estas peregrinaciones, y que ocasionan todos los años algunas víctimas.

El puerto de Maullín es uno de los más pintorescos de la costa, situado en una extensa planicie con anchas y ventiladas calles, hermosos edificios entre los cuales sobresalen el de los Oelckers, y la iglesia bastante espaciosa y bonita de arquitectura, tampoco falta un hotel recién instalado espacioso, y con toda clase de comodidades, perfectamente atendido por su propietario el Señor Águila. El clima es excelente y sus habitantes pacíficos, buenos y cariñosos, especialmente en casa de los Señores Oelckers pasamos ratos sumamente agradables debidos a la amabilidad de don Emilio y su ilustrada señora, a los cuales desde esta mal hilvanada correspondencia damos nuestros más sinceros agradecimientos. Este puerto será de gran porvenir por su cómoda situación y su caudalosos rio de gran corriente utilizable como motor por grandes fábricas. Además de la riqueza vegetal de su suelo existen extensos yacimientos de carbón de muy buena calidad.

En nuestra estadía en Maullín tuvimos el gusto de ver la botadura de una hermosa goleta de gran porte, propiedad de los señores Oelckers, y que prestará grandes servicios para el acarreo de maderas. A este acto concurrieron muchos caballeros de Puerto Montt los cuales fueron festejados de una manera suntuosa por los amables propietarios don Carlos y don Emilio.

Nuestro regreso se realizó con la misma rápida marcha. Al pasar la barra, el señor Kamann, muy satisfecho de las buenas condiciones de su nave nos festejó con un suculento lunch, y al destaparse la primera botella del espumoso Champagne, el señor Abraham Téllez, profesor del Liceo pronunció un elocuente brindis manifestando las ventajas que reportaría dicho vaporcito y los sacrificios que había tenido que hacer su propietario para ver realizada su obra. El señor Kamann, muy conmovido, le contestó agradeciéndole las frases que había emitido el señor Téllez y que eso le serviría de estímulo para continuar en su ardua labor al mismo tiempo agradeció la buena voluntad de los señores que tuvieron la bondad de acompañarlo a esta agradable excursión.

Diario EL SOL Calbuco 13.10.1900

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