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miércoles, mayo 03, 2006

FUNDADORES DE SAN MIGUEL DE CALBUCO, LA CIUDAD DE CUATRO SIGLOS

ALONSO DE RIBERA.
Durante su gobierno se instaló el Fuerte San Miguel de Calbuco
FUNDADORES DE SAN MIGUEL DE CALBUCO, LA CIUDAD DE CUATRO SIGLOS

JOSE D. MANSILLA A.
Historiador

EL 4 DE MAYO, FECHA INSTITUIDA POR D. M. HACE MUCHOS AÑOS HA, LA CIUDAD DE CALBUCO CELEBRA UN ANIVERSARIO MÁS, CONMEMORANDO LA FECHA DE SU FUNDACIÓN.

También hace muchos años, tratando de interpretar los garfios que nos atan a los ancones de las islas nos acercamos a lo que fueron los inicios de la ciudad cuatro veces centenaria.

ORIGENES DE CALBUCO

La ciudad tiene su origen en la instalación del fuerte San Miguel por el Maestre de Campo Francisco Hernández Ortiz-Pizarro quien junto con los pobladores de la antigua Osorno que desde su derruida ciudad -a causa de la insurrección indígena comandada por Pelantaru-, huyeron a las playas del Reloncaví se agrega un grupo de indios conas que le ayudaron en su hégira; este grupo. engrosados por los indios encomendados de Guanauca se instalaron en las cercanías del fuerte en las reducciones de Abtao y Caicaén.

La instalación del fuerte ocurrida en mayo de 1603, ha quedado documentada en la Historia por la Carta que el Gobernador y Capitán General de Chile Alonso de Ribera envió al Rey el 13 de abril de 1604. Dice, el fragmento escogido, a la letra:

"En la de veinte y dos de febrero avise a V. M., como en parecer de las personas de más experiencia deste reino, envié orden para retirar los fuertes de Valdivia y Osorno donde llegó el pataje a trece del dicho y sacó a cuarenta y cuatro hombres que habían quedado en la dicha Valdivia muy necesitados que de necesidad no aguardaban sino la muerte, luego pasó a Chiloé, y cuando llegó habían ya retirado el fuerte a quince de marzo, por la imposibilidad que tenían de sustentarse y porque en una escolta les habían degollado diez y seis hombres de 80 que habian quedado. Estaba la dicha gente retirada diez leguas la vuelta de Chiloe, en un puesto llamado Guanauca, donde habian algunos indios de paz, y llegádome orden se retiraron a Calbuco, no obstante yo les había escrito viniesen a Carelmapo hacerme relación que el dicho puerto de Calbuco es más a propósito que Carelmapo para reparar a Chiloé y su comarca y los indios de paz que están en el dicho Calbuco y Carelmapo, y los retirados de Osorno para hacer la guerra a Puraillo, que es provincia de mucha gente y la que inquieta a Chiloé".

Ya hemos establecido en nuestras investigaciones, que el fuerte se instaló en el estero de Huito y posteriormente se trasladó definitivamente a la isla de Calbuco. En las cercanías del fuerte se fue creciendo un disperso caserío de chozas de madera techadas con paja brava que dio origen a la villa. En 1620, durante la visita obispal de Luis Jerónimo de Oré, se crea la Parroquia de San Miguel y el curato de Calbuco. A fines del siglo XVIII, durante el gobierno de Antonio Montes de la Puente se ordenaron y trazaron algunas calles y el Cabildo repartió solares en un intento de urbanizar el caserío.

LOS FUNDADORES

Nada fácil ha sido identificar a los actores de la aurora calbucana. De tanto revisar papeles, surge a veces el reclamo de soldados e indios que en signos de siglos señalan: yo caminé jornada de Osorno a Calbuco, o estuve en la instalación del fuerte contemplando las aguas de Huito. El recuento de los antiguos pobladores es todavía magro. De los españoles que fundaron el fuerte San Miguel tenemos a:

1.- Francisco Hernández Ortiz-Pizarro, vino a Chile desde España. Nació en Villacastín, un pueblo aledaño a la ciudad de Segovia, que se ubica en una de las vertientes orientales de la sierra del Guadarrama. Fue bautizado el 27 de julio de 1555 .

Hijo de un batanero llegó con en los refuerzos que traía Juan de Losada Quiroga. En noviembre de 1601 está en Concepción -siendo uno de los capitanes más experimentados del reino- donde fué consultado su parecer sobre la guerra de Arauco ante el gobernador Alonso de Ribera.

Alonso de Ribera envió hacia el sur al capitán Francisco Hernández, con el encargo de que -eventualmente muerto Francisco del Campo- debía asumir como cabo y gobernador de las “ciudades de arriba”. Hernández zarpó con un contingente de soldados desde Concepción en el navío La Pintadilla en noviembre de 1601. Socorrió Osorno y luego fundó el fuerte de la Santísima Trinidad, un inútil esfuerzo por repoblar la destruida Valdivia. Alrededor de un año permaneció en diferentes correrías y escaramuzas para terminar quedando sitiado en una empalizada hecha con los restos de la ciudad de Osorno. Allí en consejo con sus lugartenientes resolvió despoblar la ciudad y marchar hacia con toda la gente a Chiloé.

Luego de repuestas sus fuerzas en un precario fuerte construido en la llanura de Guanauca, Francisco Hernández instaló los fuertes de San Antonio de la Ribera de Carelmapu y el de San Miguel de Calbuco donde repartió los soldados. El Fuerte San Miguel dio origen a la ciudad de Calbuco. Estaba muerto en 1613.

2.- Diego de Alvarado. Relata en su información de servicios que salió desde Osorno con 800 indios de su encomienda a los que renuncia en La Corona, pasando a asentarse en Calbuco.

3.- Diego de Cárcamo. Estuvo con Hernández en la fundación del fuerte Santísima Trinidad en Valdivia. Luego en la fundación de los fuertes San Miguel de Calbuco y San Antonio de la Ribera de Carelmapu. En este lugar estaba apostado en 1603 como Capitán para vigilar el mar.

3.- Juan Bautista de Olavarría. (por confirmar).Era capitán del Fuerte San miguel en 1610

4.- Juan de Oyarzún y Bazán. Hijo de Joanes de Oyarzún, fundador de Castro y de Inés de Bazán. Estuvo en la despoblación de Osorno. Hizo la jornada con los fugitivos hacía Guanauca y estuvo presente junto a Hernández en la fundacion del fuerte San Miguel. En 1615 está en Perú. Administrador del pueblo Colina. Nombrado Benemérito del Reyno.

5.-Alvaro Velázquez de Camargo. Nacido en España, conquistador en Chile, encomendero en Osorno en 1602. Retirado de Osorno caminó la jornada de Osorno a Guanauca con su familia e indios de su encomienda. Se asentó donde se construyó el fuerte San Miguel. Castellano de San Miguel de Calbuco. Benemérito del Reyno. Caballero del Orden de Santiago. En 1632 era Gobernador y Capitan General de Veragua.

HUIDA ESPAÑOLA DE OSORNO Y FUNDACIÓN DE FUERTES EN CALBUCO Y CARELMAPU

A fines del siglo XVI el invasor español ha penetrado por el territorio indio levantado un rosario de ciudades desde Santiago del Nuevo Extremo hasta Santiago de Castro. Algunos son emergentes villorrios y otros apenas precarias empalizadas donde se mantiene a porfía.

Pero hace años que desde el rescoldo de los fogones arrinconados en los húmedos bosques se viene fraguando la resistencia indígena: La víspera de la Navidad de 1598, cuando la cabeza del gobernador Oñez de Loyola rodó por tierra, un grillerío de voces de victoria indígena brotó desde la cuesta de Curalaba dando comienzo a uno de los más heroicos capítulos de la resistencia indígena. Comandados por el jefe Pelantaru las “ciudades de arriba” fueron destruídas por los indios y sus moradores huídos o aniquilados.

Al asomarse el siglo XVII, el cuadro es desolador para el hispano: desde el río Bio-Bío hasta el seno del Reloncaví solo quedan ruinas humeantes, poblaciones hambrientas y acosadas por la mano del indio. Han reaparecido los corsarios en las costas de Chile, el holandés Cordes se ha apoderado de Castro. Coludido con los indios chilotes han pasado por las armas a casi todos los españoles residentes en la ciudad.

Un refuerzo de tropas venidas del Perú al mando del coronel Francisco del Campo, expulsa a los corsarios, recupera Castro y la repuebla. Camino a Osorno, mientras acampaba en una puntilla cercana a Pargua el campamento es atacado de noche encontrando el coronel la muerte en la escaramuza. Sus huesos se blanquearon en el lecho del rio Ahinco donde sus soldados arrojaron su cadáver amarrados con piedras para evitar que fuese profanado.

Desde hace años que las comunicaciones con el Centro de Chile están interrumpidas, Alonso de Ribera, el nuevo gobernador ha arribado a Chile. En acuerdo con los capitanes mas experimentados del reino acuerda enviar a las ciudades del sur al segoviano Francisco Hernández Ortiz–Pizarro. Este refunda Valdivia, socorre Osorno, se entera de la destrucción de Villarrica y finalmente queda sitiado por meses en Osorno en un precario fuerte.

El invierno de 1603 se venía encima, acosado por el hambre y los indios, Hernández en acuerdo con sus soldados, el Cabildo y los indios amigos decidió despoblar la ciudad y marchar a Chiloe. Alrededor de un millar de personas hicieron la larga marcha al sur. En la hégira murieron 24 personas; dejando los osorninos tirados por el campo sus prendas mas valiosas para aligerar peso, felices de conducirse a si mismos. La columna llegó hasta las rancherías de Guanauca donde habia algunos indios de paz y allí construyeron un fuerte provisorio. Fueron socorridos desde Chiloé con comidas y repuestas las fuerzas las mujeres, los niños, los vecinos siguieron a Castro.

Quedaron en el fuerte de Guanauca, los exhaustos y derrotados españoles, varios centenares de indios, algunos tributarios que acompañaron a sus encomenderos y los indios de la encomienda de Guanauca, de ellos una buena partida de indios de Calbuco y sus cercanías que fueron llevados hasta allí en tiempos de Julián Carrillo.

ORIGEN DE LOS INDIOS REYUNOS. UNA HIPÓTESIS

Guanauca fue un lugar de parlamentos y tratativas entre españoles e indígenas. La forzosa jornada habia llegado casi a su fin. Era tiempo de honrar los acuerdos, fungir las lealtades mutuas, renovar y establecer nuevos pactos. Por un lado estaba el español huido de su morada, su hacienda quebrada, casi huérfano de un poder que debía recuperar para sobrevivir, de otro lado estaba el indio cona que habia acompañado lealmente al fugitivo, confundiéndose con él hasta esta precaria seguridad y estaba el indio de Guanauca y Men Men que les habia socorrido a ambos.

Hacia el norte el camino estaba cerrado al español; para el indio era el camino de la aventura, del pillaje o tal vez de la venganza de sus congéneres por haber socorrido al español. Hacia el sur estaba el camino de las alianzas y el retorno a Calbuco; a la antigua patria, o la patria de los padres.

En vista de las circunstancias, el indio reclamaba su libertad, se declaraba súbdito del rey, se avecindaría cerca de los españoles y uno y otro se protegían del enemigo. El español se comprometía a no encomendar estos indios ni hacerlos tributarios, Conservaría el indígena un estatus diferente a los otros indios del archipiélago. Se establecerían en reducciones.

LA LÍNEA FRONTERIZA NORTE DE CHILOÉ

Resueltos los destinos, Francisco Hernández en acuerdo con sus capitanes y los capitanejos indios trazaron el plan defensivo para Chiloé. Medida importante fue la fundacion de los fuertes San Miguel de Calbuco y San Antonio de la Ribera de Carelmapu Entre ambos fuertes se instalaron los reductos de indios reyunos de Abtao, Chayahué, Caicaen y MenMen.

Se establece así una estratégica línea de frontera, desde Carelmapu hasta Calbuco que protege las entradas por el norte de Chiloé, hasta las postrimerías del siglo XVIII. Protegiendo esa frontera, durante gran parte del siglo XVII, los reyunos auxilian a los españoles en la contención de las amenazas de los indios juncos, sirven plazas como soldados en los fuertes, centinelas en Chayahué, San Gallán y Llaicha. Por el hecho de haber contribuido a la traslación de los pobladores de Osorno a Chiloé y su permanencia como auxiliar junto a los españoles la Corona les reconoció esta condición y les otorgó una gratificación vitalicia de 300 pesos anuales que se pagaban junto con el sueldo a los soldados de Chiloé por la vía del Real Situado. Este pago era ejecutado por el gobernador de Chiloé y era en la práctica una retribución en especies.

Olguín Bahamondes ve en esta acción
"una reminiscencia de la práctica en la reconquista castellana medioeval de otorgar condición especial a los habitantes de comarcas fronterizas"

LOS INDIOS REYUNOS DE LAS REDUCCIONES DE ABTAO Y CALBUCO

En 1765, después de un largo pleito en la Real Audiencia de Santiago de Chile, el gobernador de Chiloé Juan Antonio Garreton y Pibernat fue condenado a pagar una indemnización a los indios reyunos de Abtao y Calbuco por trabajos realizados para su beneficio. En los autos de este juicio se adjunta la lista de los indios reyunos de esas reducciones a la fecha. Publicamos la lista de reyunos porque consideramos importante que el linaje descendiente de los bravos conas que protegieron en su huida a Calbuco a los derrotados españoles de Osorno en 1603, sea conocido.

Hemos mantenido la Ortografía de los nombres y apellidos tal como se encuentran en el original. La lista está extractada.

Martín Ralil, Luis Care, Sebastián Raquel, Diego Llancuemañ, Juan Cancura, Diego Ayancan, Miguel Catucura, Domingo Millacare, Domingo Catucura, Juan Allacadi, Miguel Guenbante, Miguel Aguilante, Cristóbal Painel, Juan Guiriñancu, Juan Guenante, Jacinto Quelenante,Domingo Calbucura, Miguel Caiupichun, Fernando Caico, Juan Chabol, Luis Antuen, Ignacio Guaiquin, Miguel Cheuqueman, Diego Huenuman, Miguel Caiuman, Ignacio Raypangui, Juan Llanquepil, Pedro Guirimilla, Juan Curumilla, Juan Yauca, Benito Curillanca, Diego Guanelantu, Ignacio Guenchucheu, Miguel Tarmar, Miguel Loncon, Antonio Guiliphillan, Domingo Calbupichun, Diego Llancachue, Pedro Payllan, Miguel Neguel, Ignacio Chiuquill, Miguel Chabol, Miguel Guayam, Juan Naypai, Martin Arel, Juan Calbucura, Miguel Nahuelhuaiqui, Miguel Rupiman
En homenaje a todos los Calbucanos, 04 de mayo de 2006