Los Inicios de la Instrucción Popular Primaria en la Provincia de Llanquihue. Notas
SEGUNDA PARTE
En 1837 se crea el Ministerio de Instrucción Pública como entidad independiente que antes
funcionaba como Ministerio de Justicia Culto e Instrucción. Su primer ministro
fué Mariano Egaña “a quien tantos servicios le debe la
enseñanza pública chilena”[1]
Bajo la tutela del Estado fue creciendo el árbol del conocimiento. Se da
comienzo así a la hegemonía estatal, el centralismo del sistema. No podía ser
de otro modo, las rentas municipales eran exiguas; las provincias carecían de
autoridad para percibirlas; el medio cultural era desmayado y basto; las
iniciativas centralistas tenían que
primar sobre las locales.[2]
En este período se crea por decreto las escuela de
primeras letra de Castro el 02 de julio de 1833. El Estado dona a la
Municipalidad de Ancud un sitio donde estaba situada la “Casa fiscal denominada de piedra” para
que funcionara allí una escuela de primeras letras en agosto de 1838.
El 13 de abril de 1841, el Presidente de la
república dictó un decreto estableciendo en la provincia de Chiloé cuatro
escuelas para enseñar gratuitamente a los niños pobres. La enseñanza a impartir
consistía en que aprendieran a leer, escribir, doctrina cristiana y las
primeros elementos de la aritmética. El Intendente estaba facultado para
designar los lugares donde debían situarse estas escuelas. Los maestros eran
nombrados por el mismo Intendente y tenían una renta de 200 pesos anuales. De
lo anterior se desprendió un segundo decreto que crea la escuela de Calbuco en
el Departamento de Carelmapu, el 24 de febrero de 1843[3]. Es en esta villa donde funcionaron las más antiguas escuelas del
territorio que más tarde se llamaría Provincia de Llanquihue.
La Tutela de la Universidad de Chile
Las bases del Estado Docente surgen en la década de
1840-1850. Es además en este período donde surge la intelligentsia espiritual de 1842. Chile, vencedor en una guerra es
gobernado por Manuel Bulnes su general triunfador, militar que es una excepción
entre sus pares ya que gobernó rodeado de intelectuales.
Chile es el asilo de la libertad para los americanos
dominados por tiranías. Grandes figuras americanas convergen en Santiago:
Sarmiento, Bello, Mitre, Alberdi. Surgen iniciativas que fomentan la vida
intelectual y la educación especialmente. Nace la Sociedad Literaria presidida
por Lastarria. Por diversas circunstancias se afincan o permanecen en Chile
artistas y científicos como Rugendas, Monvoisin, Santos Tornero, Domeyko entre otros
y descollan los chilenos Sanfuentes, García Reyes, Jotabeche, Bilbao.
Particularmente, Andrés Bello, Faustino Sarmiento y Victorino Lastarria son los
grandes inspiradores de la docencia en
Chile.
Bulnes nombra Ministro de
Educación a Manuel Montt y por renuncia de este asume Antonio Varas. Surgen
en este período las Escuelas de Artes y Oficios, Bellas Artes, Arquitectura, Música, Agronomía. Se crean las
escuelas de primeras letras en los cuerpos del Ejército y se funda la Escuela
Normal de Preceptores y la Universidad de Chile: “La Estrella de Chile”, en 1842.
La ley orgánica del
18.10.1842 que creó la Universidad dice en algunos de sus párrafos:
“Habrá
un cuerpo encargado de la enseñanza y el cultivo de las letras y las ciencias
en Chile. Tendrá el titulo de Universidad de Chile”
“Corresponde a este cuerpo
la dirección de los establecimientos literarios y científicos nacionales y la
inspección sobre todos los demás establecimientos de educación”
“Ejercerá esta dirección e inspección conforme a las
leyes y a las ordenes e instrucciones que recibiera del Presidente de la
República”
Según esta ley orgánica, la instrucción primaria
quedó bajo la dirección e inspección de la Universidad de Chile hasta la
promulgación de la ley de 1860, y el reglamento de 1863, tres hitos a partir de los cuales la gestión
didáctica se fue regularizando.
Si bien con estas medidas la
primera enseñanza tardó en crecer y fortalecerse se instala en el debate público que la educación del pueblo
es un elemento de progreso para el país
y de moralización de las masas populares. También se define la política estatal
relativa a la instrucción primaria gratuita. Aún cuando para que se materializa
en una ley y se comience a aplicar efectivamente en el territorio tuvo que
recorrer un largo camino agrietado de controversias[4]
La ley de Instrucción
primaria tiene su origen en el proyecto presentado en 1843 a la Cámara de
Diputados por Lastarria. Fué nuevamente presentado con algunas modificaciones
por García Reyes, nuevas modificaciones e indicaciones dilataron su aprobación.
Manuel Montt lo volvió a presentar en 1849. Recién fue aprobada en 1860. El
largo debate de ¿por qué educar al pueblo? Fue más polémico que consensual.[5]
FUNDACION DE MELIPULLI E INICIOS DE LA ACTIVIDAD ESCOLAR.
El 28 de
noviembre de 1852 arriban a Melipulli los colonos alemanes venidos desde
Hamburgo y se instalan provisoriamente
en el lugarejo llamado Cayenel, luego se inició la entrega de los terrenos en
el sector del lago Llanquihue.
El puerto de Melipulli,
donde se iniciaron los primeros trabajos coloniales “fue designado como centro y punto de partida permanente para las
operaciones subsiguientes”. El 27 de junio de 1853 el área fue declarada “territorio de colonización” y el agente
de colonización adquirió el rango de Intendente.
En 1861 la colonia había alcanzado importancia y el
puerto se había convertido en tan próspera villa, que el territorio se elevó a
la categoría de provincia, agregándosele los departamentos de Carelmapu y
Osorno que dependían de Chiloé y Valdivia respectivamente. Como ciudad capital
de la provincia se designó a Puerto
Montt.
Sobre el tema de la Historia
de la Educación de la provincia la bibliografía es escasa, tangencialmente se
ha tocado el tema en algunas historias locales o artículos dispersos. Existe un
texto relativo a la instalación de las escuelas fundadas por los alemanes en la
Colonia escrita por Emilio Held[6]. En este texto se repite la cantinela historiográfica germanófila,
donde las personas e instituciones que no son de ascendencia alemana no existen
en la región. El pasado de la provincia de Llanquihue no es la blonda historia
que nos ha querido contar un grupo interesado; por el contrario, es el
resultado del esfuerzo y trabajo de miles de cabezas negras e indianos cabellos
tiesos. Sobre la educación en Puerto Montt existe la tesis de Claudio Rojas[7] donde pretende señalar los criterios divergentes entre colonos,
Iglesia y estado docente por imponer su criterio educacional en la ciudad y la
presión ejercida por los jesuitas al Estado sobre el tema de la enseñanza religiosa
en las escuelas publicas y los impedimentos para que el Estado pactara con los
alemanes protestantes. Su lectura y los datos aportados en ella fueron de valiosos
aprovechamientos para este trabajo.
Hemos dicho más atrás que al
tiempo de fundarse Puerto Montt y creación de la provincia de Llanquihue, Chile
estaba en camino de consolidar una estructura educacional en el entorno
primario.
Establecido Melipulli, Pérez
Rosales, solicitó al gobierno central los aportes necesarios para erigir los
edificios públicos básicos para el funcionamiento administrativo de la colonia[8]. Entre ellos, la construcción de un local que cobijaría la escuela.
En 1855 comenzó a funcionar la primera escuela de varones, la cual dependía del
Ministerio del Interior y se financió con fondos destinados a la colonización[9]. En esta primera escuela dirigida por el preceptor Carlos
Descouvieres se educaban unos cuarenta niños a los que se le enseñaba lectura,
escritura y catecismo.[10]
Tenemos
antecedentes sobre el estado de la educación en la futura provincia a comienzos
de 1854. En diciembre de 1853 arriba a Chiloé el Inspector General de las
Escuelas, Jose Bernardo Suárez, quién visitó todos los departamentos dejando
testimonio de las escuelas, maestros y alumnos de la provincia. Además su viaje
trajo marraqueta bajo el brazo, porque como consecuencia de su visita se
mejoraron las remuneraciones de los preceptores de la provincia.
A la izquierda: Antigua Escuela Primaria de Calbuco.
El edificio fué construído según el modelo estandarizado del Ministerio de Educación durante el Gobierno del Presidente Mártir Don Jose Manuel Balmaceda
Acerca del departamento de Calbuco relata que
“Cuenta con mayor número de escuelas, i donde la instrucción primaria
es distribuida a mayor número de personas. De cada 10 individuos 1 va a la escuela. Este resultado, que puede
mirarse como exacto, hace mucho honor al departamento de Calbuco, pues a este
respecto es el primero no solo de la provincia [Chiloé] sino también de la
República”[11].
Funcionaban
en el departamento de Calbuco 23 escuelas, tres fiscales a las que asistían 139 varones y 27 niñas, y
20 escuelas particulares a las que asistían 589 varones. Se destacaban en estas
escuelas de particulares las de Alfaro, Quetrulauquen y San Agustín. El
Gobierno destinaba $650 anuales para la mantención de las escuelas. En el
departamento de Carelmapu funcionaban 2 escuelas fiscales y 5 particulares con
una asistencia de 233 alumnos. Uno de los establecimientos particulares atendía
a los niños de Chuyaquen.
El gran educador, mentor de
Arturo Prat, que recorrió Calbuco, Maullín y Carelmapu acompañado de Jose
Rondizzoni, veterano de Waterloo e Intendente de Chiloé comenta:
“No me imaginaba que en una provincia tan distante i sobre la cual hai
ideas tan poco favorables en la capital respecto de su instrucción, hubiese
escuelas como las que me he encontrado[12]”
Rosales es enviado a Alemania y en el puesto de Intendente es
designado Gaspar del Río[13], quien tuvo como una de sus preocupaciones principales el tema de la
educación:
En
carta del 25 de febrero de 1857 dirigida al Ministro de Instrucción solicitaba
la creación de una escuela de niñas en la ciudad. Dice la carta:
“En este puerto existe una gran población que se aumenta todos los
dias por la llegada de familias tanto extranjeras como chilenas i sin embargo
no hai en el ninguna escuela de niñas pública ni privada”[14].
Al mes siguiente
solicitó el traslado de la escuela Descouvieres a los alrededores de la laguna
y la creación de otra escuela en Melipulli. El Ministerio respondió con la
creación de ambas escuelas, pero no así el traslado de la escuela existente en
Melipulli[15]. El 22 de septiembre de 1857 con 11 alumnas, comenzó a funcionar la
educación femenina en Puerto Montt. La preceptora fue doña Josefina
Descouvieres. La segunda escuela de hombres fue atendida por Federico Geisse[16].
Otro antecedente del estado
educacional en la decáda del cincuenta es señalado por el informe del Visitador
de Escuelas de la Provincia de Chiloé Arístides Ambrosoli quien dá cuenta de
escuelas, profesores y alumnos en marzo de 1854. Funcionaban en el departamento
de Carelmapu las escuelas fiscales de varones: Carelmapu 38 alumnos, Maullin 64
alumnos, Calbuco 89 alumnos, Máchil 86 alumnos. De mujeres: Maullin 24 alumnas,
Calbuco 26 alumnas[17].
Ambrosoli se trasladó al
Territorio de Colonización donde constató que funcionaban tres escuelas, dos de
hombres y una de mujeres. Las de varones funcionaban alternadamente en el mismo
local. En la cátedra de Descouvieres asistían 41 alumnos. No especifica el
número de alumnos que asistían a la de Geisse. La escuela de mujeres tenía 13
alumnas.
Quedaba pendiente la
educación en las zonas alejadas. Una escuela para los hijos de los colonos que
vivían en las orillas del lago Llanquihue.
Hasta allí se dirigió personalmente el diligente funcionario estatal
comisionado por el Intendente, constatando que por lo diseminado de la
población se debían establecer unas cuatro escuelas, las que serían
frecuentadas por escaso número de niños con un considerable gasto del Estado.
Propuso entonces crear una escuela circular ambulante que se estacionara unos 3
meses en cuatro distintos lugares: En el centro del camino cerca de la casa de
Emhardt, en el Frutillar, En la playa Maitén y en la ensenada del colono
Müller. De esta manera se atendían 90 niños. Puso especial énfasis en que los
preceptores de estas escuelas conocieran los dos idiomas: alemán y castellano y
que se enseñara este último idioma a los hijos de los colonos. El 17.03.1858
Del Río solicitó al Ministerio de
Instrucción la creación de la escuela temporal. El 20.04.1858 se dictó el
siguiente decreto fundacional:
“Art. 1º Crease una escuela temporal en la colonia
de Llanquihue que dará instrucción gratuita a todos los individuos de uno i
otro sexo que concurran a ella en estado de recibir educación.
Art. 2º Este establecimiento funcionará alternativamente en los puntos
del mismo territorio que el Intendente de la provincia asignase, debiendo este
funcionario fijar el tiempo que debe permanecer la escuela en cada punto, según
las circunstancias i el número de educandos. Los locales y útiles serán
costeados por los vecinos[18].
La escuela temporal comenzó a funcionar el 1º de septiembre de 1858.
En el lado norte de la laguna se aceptó la propuesta de los vecinos de la
construcción de una casa para escuela. En la parte este se destinó para escuela
una casa de pertenencia fiscal, en la parte sur se hizo una suscripción entre
los vecinos por un valor nominal de $ 156 para la construcción de una escuela
desglosados en $ 40 en dinero, $ 28 en una puerta y 400 tablas de alerce y $ 86
estimados en trabajos de carpintería que aportaron los colonos Como el valor de la casa fue de $ 550, los
restantes $ 394 los invirtió el Estado, como asi mismo $ 40 en cada
establecimiento para los muebles[19]. Su profesor fue Alberto
Federico Krefft. Hacia 1863 la escuela ambulatoria se dividió en dos: Una
funcionaba en Quebrada Honda y Puerto varas y la otras se repartía entre
Frutillar y Puerto Octay[20].
Otras Escuelas de la Provincia
Funcionaban hacia 1860
-fecha que hemos puesto como límite a esta apretada síntesis de tan apasionante
tema- en los territorios de la futura
provincia las siguientes escuelas, aparte de las nombradas más atrás:
-Una
escuela en San Rafael – Calbuco 1859
-En el
departamento de Osorno hacemos mención de las escuelas de primeras letras para
indios en las misiones establecidas en San Juan de la Costa, Quilacahuin y
Caracol las que habían sido fundadas el 30.10.1834. Estas escuelas primarias
estaban bajo la inmediata inspección de los misioneros y podían asistir a ellas
los hijos de los indios y españoles que quisieran recurrir a ellas. Los indios
educandos podían residir en las misiones durante el tiempo de la escolaridad.
El Estado financiaba con 60 pesos anuales a los misioneros por cada muchacho
indio interno[21].
En el departamento de
Carelmapu, existían además unas 15 escuelas particulares que funcionaban irregularmente
y cuyos preceptores, todos legos, eran pagados por los padres de los niños que
asistían en especies y en algunas ocasiones fueron subvencionadas por el
Estado.
En
febrero de 1859 llegó a Puerto Montt Guillermo Gallardo, recién egresado de la
Escuela Normal normalista, oriundo de Chiloé donde residía su madre, se puso a
disposición del Intendente. No teniendo ocupación en las escuelas de Puerto
Montt, le encargó que organizase una escuela en San Francisco de Huelmo. Sin
tener nombramiento de profesor ni creación de la escuela, Gallardo en unión con
los vecinos, de su propio peculio, construyeron un hermoso establecimiento al
que asistían en julio de 1859 72 niños. La escuela se fundó oficialmente por
decreto el 29 de julio de 1859, para alegría de Gallardo, pues se le quería
destinar a Concepción[22].
FUNCIONAMIENTO DE LAS ESCUELAS DE LA PROVINCIA EN LA
DECADA 1850-1860
Por rigor a la brevedad,
hemos escogido la década de 1850-1860 para echar una ojeada de como se
desenvolvía la vida cotidiana en las escuelas de la provincia y quienes eran
los actores involucrados en ella.
Los Alumnos
Los que residen en áreas
urbanas: Puerto Montt, Calbuco, Carelmapu, Maullín y Osorno. Un grupo
heterogéneo de muchachos que, a falta de mejor oferta escolar en los poblados,
sean ricos y/o pobres asisten a la misma escuela. Las escuelas fiscales,
creadas para educar a los hijos del pueblo acogió en sus comienzos toda la gama
de niños en edad de educarse en las localidades pequeñas[23].
Otro grupo homogéneo de
niños que residen en los sectores rurales, los cuales caminan kilómetros,
descalzos, por los enlodados caminos de la provincia para asistir a “escuelas pequeñitas como naranjas”,
vestidos todos con el atávico poncho que relaciona su condición de humildad y
ruralidad.
Tempranamente comenzó a
notarse la diferencia económica entre los portomontinos y los de otros lugares
de la provincia. Se ilustra esta observación del Intendente Gaspar del Río
quien al solicitar al Ministro textos de enseñanza cuyo stock se ha agotado en
la Intendencia que se han agotado dice:
“En este territorio de Llanquihue, los individuos pueden costear los
textos de sus hijos, por lo tanto no es necesario repartirlos gratuitamente
como en otros lugares de la provincia y podrán venderse en la Tesorería a los
precios que V.S. se sirva determinar”[24]
José
Bernardo Suarez describe la asistencia de los alumnos del departamento de
Calbuco en 1854:
“la asistencia de los alumnos se limita únicamente a
los meses de abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre i octubre, ocupando
los restantes en el corte de madera en las cordilleras, a donde se trasladan sus padres a mediados de
noviembre[25]”
Años
más tarde la situación se mantiene inalterable. Asi lo indica Domingo del Solar Visitador de Escuelas de la provincia:
“la mayor parte de los padres [de estos niños] son cortadores de
maderas o agricultores que sólo cuentan con su trabajo personal para
mantenerse, desde fines de la primavera abandonan sus hogares para trasladarse
a la cordillera, llevando consigo a sus hijos por pequeños que sean, con el
objeto de utilizar sus cortas fuerzas en el carguío de tablas o auxiliar a la
madre en las faenas domésticas. Estos
trabajos duran hasta la entrada del invierno, época de sus siembras; i como
antes para las maderas se sirven ahora de sus hijos para las labores del campo
no enviándolos a las escuela hasta que el rigor de la estación les obliga a
suspender todo trabajo. Con tal procedimiento los niños pierden casi seis meses
del año en perjuicio de los intereses jenerales del pueblo donde viven”[26]
Los
Locales Escolares
Las condiciones en que estudiaban los alumnos de la Educación popular en el siglo XIX en la provincia está descrita por los informes de los visitadores:
Las escuelas del
Departamento de Carelmapu y Osorno atendidas por particulares funcionaban
generalmente en las casas de los mismos preceptores con un reducido número de
niños. No eran diferentes a las otras casas de la localidad o del barrio.
Establecidas
las Escuelas Municipales, las escuelas comenzaron a funcionar en locales
arrendados por las Municipalidades. Algunas rentas de arriendo superaban en el
año, el valor comercial de la propiedad y muchos alcaldes y regidores aparecen
arrendando casas de su propiedad a la Municipalidad a cuyo Concejo pertenecen.
Con la creación de escuelas fiscales se
continuó con el mismo sistema, aunque se involucró a los padres en la
construcción y/o adecuación de los locales. Además se convirtió casi en una
práctica que cuando el vecindario solicitaba la creación de una escuela, los
solicitantes se comprometían con el aporte del local,
[1] Amanda
Labarca: HISTORIA DE LA ENSEÑANZA EN
CHILE pp. 93
[2] Labarca: op.
cit. pp. 93
[4] Maria Loreto
Egaña: LA EDUCACIÓN PRIMARIA EN CHILE:
1860-1930. UNA AVENTURA DE NIÑAS Y MAESTRAS. Pp. 14
[5] Maria Loreto
Egaña: op. Cit. pp. 17
[6] Emilio Held
Winkler: CRONICA DE LAS PRIMERAS ESCUELAS
FUNDADAS POR LOS COLONOS ALEMANES EN LA COLONIA DE LLANQUIHUE. Santiago
1986
[7] Claudio
Rojas Monsalve: IGLESIA, ESTADO,
PARTICULARES: LA EDUCACION EN EL SIGLO XIX EN PUERTO MONTT.
[8] Al respecto
según Held en la colonia funcionó una escuela particular mantenida por Federico
Geisse para los hijos de los colonos por lo que este percibió $240 desde los
inicios de la llegada de los colonos hasta 1868. Sin embargo la nota del
Intendente de 01.05. 1857 que lo propone como profesor de la nueva escuela de
hombres creada por el Estado en Puerto
Montt expresa que Geisse “hace mas de tres años que reside en un hijuela de
esta colonia dedicado más al cultivo de las ciencias que al cultivo de la
tierra” .
[9] Según
Arístides Ambrosoli, que escribe en marzo de 1858, Descouvieres “desde tres
años se ocupa en la enseñanza i goza del honorario de 20 pesos mensuales”
[10] Rojas: op.
cit. pp. 5 y 6
[12] ib. id. Este
cuadro cultural contrasta con el presentado por
Pérez Rosales, para quién todo lo chilote es nefasto, sombrío y rústico.
Lo cual se entiende: el aventurero ex buscador de oro se abría paso en la
política y para ello debía magnificar su obra.
[13] El
Intendente Del Río vino a Llanquihue desde Talca donde fue Director del Liceo
de esa ciudad.
[14] ANS ILLA Vol 83. Held equivoca
y escribe “ no hai en el ninguna escuela de niños [sic] pública ni privada”. VEASE op. Cit. pp. 10.
[15] ANS MINEDUC Vol 83. DECRETO: Santiago, Mayo 27 de
1857. ...1º Establecese en Puerto Montt
una escuela para niñas, en la cual se enseñarán gratuitamente los ramos
siguientes: lectura, escritura, catecismo aritmética, gramática castellana,
jeografía, costura i bordados. 2º Nómbrase preceptora de dicha escuela a Doña
Josefina Descouvieres a quien se abonará desde que principie a prestar sus
servicios, el sueldo de trescientos pesos anuales. 3º Concedese una asignación
de ciento cuarenta i cuatro pesos anuales para pago de alquiler de la casa donde debe
funcionar dicha escuela.
[16] ANS MINEDUC Vol 83. DECRETO: Santiago, Mayo 27 de 1857.
...1º Establecese en Puerto Montt una
escuela para niños, en la cual se enseñarán gratuitamente los ramos siguientes:
lectura, escritura, catecismo aritmética, gramática castellana, jeografía, i
dibujo lineal. 2º Nómbrase preceptor de dicha escuela a Don Federico
Geisse a quien se abonará desde que
principie a prestar sus servicios, el sueldo de trescientos pesos anuales. 3º
Concedese una asignación de ciento cincuenta i seis pesos en proveer de los
muebles necesarios a la referida escuela...
[17] Arístides
Ambrosoli: Memoria que el Visitador de escuelas de la provincia de Chiloé pasa
al señor Ministro de Instrucción Pública. Ancud, marzo 15 de 1858. EN: EL MONITOR DE LAS ESCUELAS PRIMARIAS Vol,
VI Nº 7 15.04.1858 pp. 195 y ss:
[19] ANS MINEDUC Vol. 83 Nota del
Intendente de Llanquihue de 11.12.1858
[21] Por
limitación de espacio no hemos señalado el desarrollo de la educación primaria
en el departamento de Osorno.
[24] ANS MINEDUC Vol. 83
[26] Monsalve
Bórquez, Mario:"...I EL SILENCIO
COMENZÓ A REINAR" .Documentos para la historia de la instrucción
primaria 1840-1920 pp.21
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