Vistas a la página totales

lunes, abril 03, 2006

LA ISLA LAGARTIJA Y SU PRESENCIA EN LA HISTORIA CALBUCANA

INFORME

JOSÉ D. MANSILLA ALMONACID
Historiador

__________________________________________________________________________

INTRODUCCION

El presente Informe elaborado para la Oficina de Obras de la Ilustre Municipalidad de Calbuco, con el objeto de contribuir a la materialización de la propuesta de designar la Isla Lagartija como Santuario de la Naturaleza, se ha realizado con una recopilación, selección y análisis de fuentes de diferentes períodos históricos, privilegiándose la documentación testimonial de primera mano, resultante de viajes de exploración geográfica. (siglos XVIII, XIX). Complementariamente se utilizaron crónicas de viajeros, textos historiográficos coloniales del siglo XVIII; además de estudios geográficos descriptivos y monografías y trabajos del siglo XIX. Se seleccionó y compulsó la información desde el punto de vista historiográfico, resaltando aquellas noticias relativas a la isla que demarcan esa área de estudio.

UBICACIÓN GEOGRAFICA

La isla Lagartija se encuentra ubicada en la parte NW del golfo de Ancud, entre las islas Abtao y Quigua. Por su costado Este se descolla el bajo Corvio y el paso Lami.

Aparece en la carta del IGM con la coordenadas 41º 48’ y 73º 17’
[1]. Forma parte del Archipiélago Calbucano. En la actualidad pertenece administrativa y jurisdiccionalmente a la Comuna de Calbuco en la Región de Los Lagos.

De forma redondeada. Según Espinoza, tiene 120 metros de diámetro
[2]. Su altura es de 17 m.s.n.m. Hacia 1920 la cubría un espeso bosque en la parte superior.

Descrita por Solano Astaburuaga en 1899
[3] y Risopatrón en 1924:

“La isla presenta fuertes ribazos por el lado Sur i un suave declive hacia el NW, hasta terminar en playa arenosa”

Según la misma descripción, hacia el SE de la isla destacaban

“sus prolongados bajos de arena, guijos i piedras mui abundantes en mariscos que descarnan cerca de dos kilometros con las mareas ordinarias i en las que asoman algunos grupos de rocas con las bajamares de aguas vivas
[4]

La isla ha tenido tres designaciones conocidas: Los aborígenes la llamaban Caicuel. Durante el coloniaje español comenzó a llamarse Lagartija, tal como aparece en el mapas de González de Agüeros en 1791 y el realizado por Moraleda en 1795. Los ingleses la denominaron Carva en los mapas levantados durante la segunda expedición del Beagle en 1835.

NOTICIAS DE VIAJEROS

Destacándose solitariamente en medio del mar, Caicuel fue por siglos un lugar de recalada de los canoeros y recolectores que deambulaban por las costas del golfo de Ancud y el Reloncaví. Por su cercanía con el bajo Corvio –sitio pródigo en mariscos- ha debido ser un lugar de acopio de los mariscadores.

Instalados los españoles e indios reyunos en las islas Caycaen y Abtao la isla pasó a ser un lugar de recalada alternativo para los encargados de las comunicaciones entre Chacao y Calbuco. También para los viajeros y exploradores a Nahuelhuapi; los evangelizadores de la misiones, los funcionarios de la corona: quienes sorprendidos por los rápidos y continuos cambios de tiempo y vientos en esta zona, buscaban refugio en la isla con sus piraguas de los chubascos imprevistos. En sus cortas playas caminaron Mascardi, Menéndez, Téllez.

Ya en el siglo XIX, son los exploradores de la Marina de Chile, los que se detienen en Lagartija, durante las faenas de los levantamientos hidrográficos de las costas de Llanquihue y Chiloé y el posterior balizamiento de los bajíos y corrientes marinas de este sector del golfo de Ancud.

De los viajeros que hollaron la isla y dejaron testimonio de su paso por ella, haremos un apretado recuento:

-El misionero jesuíta Segismundo Guell allá por 1769-70 escribe desde el exilio a donde lo aventó el rey Carlos III por consejo de su secuaz Campomanes:

“Navegando al nordeste se encuentra, en medio de aquel mar, una pequeña isleta llamada de Las Lagartijas o Caicua por abundar en ellas. Tiene como veinte pasos [sic] con una fuente perenne de agua cristalina muy buena. No está habitada si no queremos llamar sus habitadores los perros, que cuando hacen algun delito lo destierran allá los indios por tiempo, manteniéndose en aquél destierro, de los mariscos (si bien son pocos) que arroja la mar a aquella, si se puede llamar playa. En este golfo de Abtao o Calbuco siempre se ven muchas ballenas, que no saben los indios pescar en modo alguno
[5]
-En los años 1786 - 1788 y 1792 - 1795 es el insigne marino y explorador José de Moraleda quien a bordo de la piragua Rosario en su periplo por el golfo de Ancud y el seno del Reloncaví explora la pequeña isla y le dá ubicación meridiana. En su ultimo viaje por las islas, Moraleda pasó zinglando entre la costa y la isla Lagartija viniendo desde Calbuco. Escribe el andaluz en su bitácora:

“Al mediodía hubo una terrible turbonada de viento duro del oeste, con fuertes truenos y lluvia tempestuosa de granizo i agua que cesó a las 2 de la tarde quejando el viento en calma ... y al remo seguimos por el angosto canal de entre la tierra firme i las islas de Caicahen y Quihua... estando cerca de su desembocadura con ventolinas de todas partes i mal cariz en el horizonte, especialmente del N. O..., a donde debemos dirigir la derrota, por cerca de los bajos de La Lagartija, dimos fondo en la costa norte de dicha isla de Caicahen...
[6]

Otro viajero importante, coetáneo de Moraleda, fue el seráfico Francisco Menéndez, quien en su porfiada búsqueda de míticas ciudades espectrales hundidas en las profundidades de la Patagonia Oriental columbró la isla en sus navegaciones y regresos.

Ya en el ocaso del Siglo de las Luces, es el funcionario del Real Ejército Thomas O’Higgins -tío del prócer chileno-, quien durante la inspección de las guarniciones de los fuertes de la provincia recala en Lagartija. De su Diario de viaje extraemos:

“en la madrugada de este dia el viento continuaba fresco por el nordeste, defogó con grandes aguaceros, y permitió que a las diez y media me embarcase en la piragua, y partí desde Calbuco tomando la ruta por el canal que forman el continente y la misma isla, más habiendo llegado a la playa de Caicaen, tuve que mantenerme aquí porque el viento no permitía que a fuerza de remo se granjease nada para avante y tuve que subsistir aquí, hasta las cuatro de la tarde, en que de nuevo emprendí viaje en demanda de la isla de Abtao; pero apenas alcancé a la pequeña e inevitable isla de la Lagartija a las 7 de la tarde, porque el viento y la marea eran contrarios. Hecha aquí mansión por una hora en un playa mansa que tiene a la parte del este, y en cuyo tiempo me ocupé en reconocer esta isla que es muy pequeña, pero abunda de mariscos de los que tomé algunos. Partí para la de Abtao a las ocho, en que el viento había calmado, y la marea era favorable. Llegué a ella a las once y los indios que la habitan empezaron a llamarnos a gritos para que atracásemos a una playa corta que tiene a la parte del este...
[7]

En 1826 ocurre un hecho determinante en el destino regional: Chiloé, el último jirón de presencia administrativa hispana en América, cae en poder del ejército de Chile. El Archipiélago y sus linderos continentales e insulares son incorporados a la nación chilena.

Como una consecuencia de la emancipación de España, las nuevas naciones americanas se abren al comercio con todas las naciones. Los puertos son visitados por navíos ingleses, franceses; los que llegaban trayendo de pasajeros a comerciantes, mercenarios, intelectuales.

El territorio de la República comienza a ser visitado y auscultado por artistas y científicos europeos no hispanos. En el verano de 1836, la isla Lagartija es visitada por el sabio francés Claudio Gay, quien viajando desde San Carlos rumbo hacia los alerzales de Cayenel, se detiene en la isleta el 19 de enero, antes de llegar a San Antonio de Quigua
[8]

Pero entre los viajeros y exploradores de aquélla época, quienes han descollado ampliamente son los tripulantes del velero inglés Beagle. Sabemos fehacientemente que Charles Darwin no estuvo en la isla. Esta fue reconocida y topografiada por el equipo que trabajó en la yola comandada por el teniente Benjamin J. Sulivan R. N. –futuro Almirante de la Armada Real Inglesa- y Alexander B. Usborne R. N., ayudante de patrón del barco explorador que se hizo hidrógrafo y cartógrafo en este viaje
[9]

La isla Lagartija quedó improntada en las cartas náuticas inglesas como Carva Island
[10]. En el derrotero para la navegación de estos canales - entre islas, golfos, bajíos, neblinas, borrascas, tormentas y corrientes- que prepararon los capitanes Robert Fitz-Roy R. N. y Philip Parker King R. N. encontramos en las páginas del texto “Sailing Directions for South America” lo siguiente:

“CARVA ISLAND
“N. E. of Abtao lies the small Island of Carva; it is a round hummoock, about 200 yards long, sorrounded by a bed of shingle, which is covered at high water, except at the north point, where a narrow spit remains dry; a shoal extendes a mile off its S.E. end. Two miles east of Carva lies the NW edge of the bank of Lami, always dry in several paces…
[11]

Sus cercanías fueron escenario del episodio de la guerra contra España en 1866, conocido como el Combate de Abtao. En efecto durante el desarrollo de las hostilidades de este conflicto bélico la escuadra aliada, formada por las unidades navales de Chile y Perú se apostaron en el estero de Chayahué, frente a la isla Lagartija. El dia 7 de febrero llegaron a Tabón en busca de la escuadra los buques españoles Blanca y Villa de Madrid; por las noticias de un botero supieron que la escuadra aliada estaba en Abtao. Escribe un marino español al respecto:

“Las dos fragatas hicieron entonces rumbo al sitio designado, siguiendo, no sin dificultad el paso entre los arrecifes de Lamí y Carva... Hallándose todavía en este paso, descubrieron los topes de los buques enemigos y el humo que escapaba de sus chimeneas...
[12]

Los buques aliados eran la Covadonga, El Apurimac, América y Unión, los cuales comandados por el capitán peruano Manuel Villar se alinearon en el canalizo existente entre el continente y Huapi- Abtao, teniendo esta isla como escudo protector. Durante poco mas de dos horas , las naves españolas evolucionaron por entre la Lagartija y el continente intercambiando miles de disparos con la escuadra aliada en un tiroteo con resultados muy inciertos.

Luego del combate de Abtao los españoles salieron de nuevo a la mar Océano y se dirigieron al norte. La escuadra aliada se refugió en el fiordo de Huito, apostadero donde permaneció hasta el cese de las hostilidades.

Méndez Nuñez hizo un último intento de enfrentarse con la escuadra aliada: El 1º de marzo de 1866 ingresó de nuevo al golfo de Ancud con la Blanca y la fragata Numancia. Este último era un buque acorazado que desplazaba 7.500 toneladas, de 96 metros de eslora, estaba protegido con una coraza de acero de 13 cmts de espesor, cargaba 34 cañones de 64 libras, una dotación de 590 hombres, propulsada a hélice con un andar de 12 nudos. Era el más grande barco de guerra de la época. Méndez Nuñez maniobró sus naves por entre la Lagartija y Quenu. Pasó entre Quenu y Calbuco en una temeraria hazaña naviera ya que no conocía la topografía de esos fondos y se presentó a las cuatro de la tarde frente a Calbuco entre Tabón y Quenu. Cientos de calbucanos se diseminaron por las alturas de Caicaén para ver como resoplaba la maquinaria de este portento de la ingeniería naval. Desestimó el comodoro español aventurarse hasta Huito y se retiró de las aguas chilotas, no sin antes rastrojear unas cuantas ovejas, chanchos, gallinas y papas desde la isla de Chidhuapi. Terminó su Campaña en el Pacifico bombardeando Valparaíso y El Callao y después se alejó con su música de guerra de las costas occidentales de América
[13].

Después de este episodio entra en escena en la microregión lagartijera la Marina de Chile. La Comandancia Naval comisionó a uno de los mas preclaros hombres de mar que tuvo la Armada Chilena del siglo XIX, nos referimos a Francisco Vidal Gormaz. Al insigne marino y sus ayudantes le debemos el conocimiento de la forma y posición de nuestros lares en el siglo XIX. Tempranamente levantó el plano de Puerto Montt, luego la hermosa plancheta topográfica de los terrenos del Lago Llanquihue, los planos de puertos y caletas del golfo de Ancud y Seno de Reloncaví. Los levantamientos hidrográficos de la Isla Lagartija y sus cercanías en 1871 fueron ejecutados por el teniente Luis Uribe y supervisados por Vidal Gormaz
[14].

Casi 25 años después, en 1899, se asoma el último explorador de la Armada del siglo XIX en estas latitudes: el Capitán de Fragata Roberto Maldonado a bordo de la Pilcomayo. El objetivo es colocar balizas, faros, triangular las cotas para una navegación mas segura en los canales Sus observaciones y mediciones reafirman y complementan las noticias recogidas por las misiones anteriores. Su última recomendación dice a la letra:

“En la isla Lagartija conviene colocar una valiza de 16 metros de altura...con canastillo y fajas rojas, u otro color resaltante...
[15]

Hace ya muchas décadas, en una noche estival de cauquiles
[16], navegando desde Calbuco a Abtao a bordo de la lancha velera de mi lejano tío Arturo, uno de esos carboneros ya olvidados nos sorprendió una calma chicha cerca de Lagartija. Mientras singlábamos acompasadamente dejándonos llevar por la vaciante; él y mi abuela Victoria, me hablaban del candil[17] inconmensurable que habia cerca de la isla, también decía Arturo que un mercader de Abtao quiso habitar la isla. Durante semanas condujo maderas para construir una casa en lo alto de la isla; terminada ésta, se trasladó con su familia; pero la esposa no podía conciliar el sueño en las noches: A cada momento sentía arribar grandes barcos que soltaban sus anclas y cadenas en el mar Agobiados abandonaron la isla[18].

Finalmente debemos resaltar, que sus cercanías han sido tumba de navíos y embarcaciones, innumerables veleros de gran calado han encallado en sus inmediaciones. Muchas de estos naufragios están documentados en la Notaria de Calbuco donde sus capitanes han dejado sus Protestas Testimoniales.

En los años recientes, el notable biólogo marino Pablo Katz Cárdenas, ha llamado la atención a través de la prensa y en presentaciones académicas, sobre la importancia de Lagartija como Santuario de la Naturaleza y la fragilidad de la conservación de fauna y flora de la isla sin una política de protección. El presente Informe es una contribución para ese logro.

Santiago, 24 de octubre de 2005

[1] Instituto Geográfico Militar de Chile Carta 1: 50.000 PARGUA Nº 7325:4148 ( SK-18-II-d-4''')
[2] ESPINOZA, ENRIQUE, Geografía descriptiva de la República de Chile Santiago 1903.
[3]ASTABURUAGA CIENFUEGOS, FRANCISCO SOLANO, Diccionario geográfico de la República de Chile Santiago: 1899
[4] RISOPATRÓN, LUIS: Diccionario Jeográfico de Chile Santiago 1924 pp.
[5] SEGISMUNDO GUELL: Noticia breve y moderna del Archipiélago de Chiloé, de su terreno, costumbres de los indios, misiones, escrita por un misionero de aquellas islas en el año 1769 y 70. EN: La Isla de Chiloé, capitana de rutas australes. de WALTER HANISCH pp. 220 ss. Santiago 1982
[6] MORALEDA, JOSÉ MANUEL DE: Esploraciones jeográficas e hidrográficas introducción por don Diego Barros Arana. Santiago de Chile 1888. pp. 511-512
[7] THOMAS O’HIGGINS: Diario de Viaje del Capitán D. Thomas O’Higgins de orden del Virrey de Lima 1797 – 1798. EN: Revista Chilena de Historia y Geografía Nº 101 pp. 42 –97 Santiago 1942
[8] MANSILLA ALMONACID, JOSE D.:La Visita de un Sabio Francés en 1836: Claudio Gay en Calbuco. EN Cuadernos de Caicaen Historia y Folklore desde las Islas Nº 4 Calbuco 1995 pp. 29 -35
[9] Sobre los viajes del Beagle a Chiloé Véase: Charles Darwin en Chiloé y Aysén de JOSE D. MANSILLA. Editorial Austral Puerto Montt 2005
[10] He buscado infructuosamente el significado de este nombre, puede ser probable que sólo sea un error de transcripción por Caicua.
[11] “ISLA CARVA: Al N. E. de Abtao está situada la pequeña isla de Carva; es un mogote redondo, de 200 yardas de longitud, rodeado por una capa de guijarros los cuales son cubiertos por la marea alta, exceptuando la punta norte dónde una estrecha lengua de arena permanece seca; un bajío se extiende como una milla afuera hacia el S.E. Dos millas al NO de Carva se sitúa el contorno del banco de Lami, siempre seco en varios puntos." FITZ-ROY, R. N., ROBERT & PHILIP PARKER KING R.N., PHILIP: Sailing Directions for South America” London 1848 pp. 300
[12] IRIONDO Y GOROSTEGUI, EDUARDO: Impresiones del viaje de circunnavegación en la fragata blindada Numancia Madrid, 1867.
[13] La Numancia fue el primer blindado que circunnavegó el globo. La Armada Española le instituyó por ese fasto el lema “"Enloricata navis que primo terram circuivit". VEASE: GONZALEZ, Marcelino: La Fragata Blindada "Numancia". La historia de su vida. Madrid 2005
[14] Los resultados de estas singladuras por Lagartija Abtao, Calbuco se pueden leer en: VIDAL GORMAZ, FRANCISCO: Exploración de la costa de Llanquihue y Archipiélago de Chiloé practicada por orden del Supremo Gobierno . Santiago: 1871. y Esploración del Seno de Reloncaví, Lago de Llanquihue i rio Puelo Santiago de Chile: 1872.
[15] MALDONADO, ROBERTO: Viaje de esploración a los archipiélagos de Llanquihue i Chiloé, acompañado de un proyecto de valizamiento de los canales i del derrotero jeneral i jeografia náutica del Canal de Chacao, archipiélago de Llanquihue, seno Reloncaví, golfos de Ancud i Corcovado i parte continental que mira a ellas, especialmente el estuario Comau, vecindades del rio Yelcho i Corcovado i bahía Tictoc, por el capitán de fragata Roberto Maldonado EN: Anuario Hidrográfico de la Marina de Chile Oficina Hidrográfica,.Tomo 25 Valparaiso 1905 pp. 303
[16] Algas microscópicas fosforescentes
[17] Profundidad marina
[18] Algo así no he podido comprobarlo fehacientemente, pero puso haber ocurrido

No hay comentarios.: